LaLey-de-Herodes

La falta de seguridad en distintos tramos carreteros sigue siendo una de las piedras en el zapato dentro la agenda de seguridad que está cubriendo desde inicios de esta administración federal el Grupo de Coordinación Tamaulipas, instancia que aglutina los esfuerzos de los distintos órdenes de gobierno en la complicada tarea de brindar protección a la ciudadanía y combatir los delitos de alto impacto.

Sin minimizar los despliegues e importantes esfuerzos desarrollados en esta materia, y  que cotidianamente repercuten en operativos, detenciones e importantes aseguramiento de armas, equipo táctico y de comunicaciones, dinero en efectivo y enervantes, lo cierto es que desde hace poco más de cinco años, los ciudadanos de  Tamaulipas se han ido acostumbrando a una lastimosa realidad: viajar por carretera dentro del territorio estatal sigue siendo una actividad de riesgo. De un muy alto riesgo.

Abundan las anécdotas de todo tipo, lugar y circunstancia; desde el leve despojo de pertenencias tales como celular, alhajas y dinero en efectivo, hasta las de terroríficas odiseas con secuestro exprés, amenazas a mano armada y  el consabido «paseo» a la zona urbana más cercana para la «ordeña» de tarjetas bancarias, incluyendo el robo de vehículos. Alguna vez hubo quien nos relató que los asaltantes despojaron a una familia entera hasta de sus zapatos.

Las cifras de personas muertas y desaparecidas en asaltos y hechos de violencia en las carreteras Tamaulipas son insondables. Las autoridades poco hablan de ello y las organizaciones civiles han documentado miles de casos, muchos de ellos referentes a personas extranjeras que cruzan por el territorio estatal en calidad de transmigrantes. Casi todos las familias tamaulipecas registran alguna historia funesta relacionada con percances en carretera, ya sea como automovilistas o como usuarios del transporte foráneo.

Sería exagerado aseverar que todos los tramos carreteros de Tamaulipas son inseguros y a todas horas, pero la realidad es que algo ha faltado, que la autoridad no ha podido garantizar al 100 por ciento la integridad  de automovilistas, pasajeros y choferes de transporte de carga.

Una de las estrategias desplegadas en años recientes es el denominado «Operativo Escalón», que consiste en la organización de caravanas de vehículos que cubren rutas determinadas entre las principales ciudades de Tamaulipas, tanto de norte a sur como a la inversa, contando con el resguardo de unidades de la Policía Federal que escolta. A los viajantes en su trayecto. Este tipo de operativos se han implementado con gran  aceptación durante las temporadas vacacionales.

Esta misma semana, el gobierno de Tamaulipas divulgó profusamente los horarios y recorridos del Operativo Escalón correspondientes al periodo vacacional Verano 2015, incluyendo algunas recomendaciones de seguridad para los automovilistas (revisar previamente su vehículo, cargar suficiente combustible, etc), además de los teléfonos de atención y emergencias disponibles en los municipios de Matamoros, Ciudad Victoria, Nuevo Laredo, Reynosa, San Fernando, Ciudad Mante y Tampico.

Todo suena extraordinario, pero, de alguna manera, es el reconocimiento tácito de que la autoridad todavía está lejos de asumir el absoluto control de la seguridad en la entidad tamaulipeca, una de las más lastimadas por la violencia criminal en los últimos años.

Por supuesto que se agradecen las buenas intenciones del gobierno de Egidio Torre Cantú y sus propagandistas, pero la triste realidad es que muchos ciudadanos de buen vivir se la siguen pensando dos veces antes de emprender algún viaje en carretera.

En el sector privado, se han registrado importantes pérdidas por la cancelación de rutas de reparto de productos y materias primas a la entidad, por parte de casas comerciales y empresas provenientes del centro y sur del país, principalmente.

Así que la amplia difusión del «Operativo Escalón» guarda una  molesta similitud con la estrategia asumida con le gobierno federal frente a la fuga de Joaquín «El Chapo» Guzmán.

Y es que a muchos ciudadanos nos causó ruido -un estrepitoso y molesto ruido- escuchar los argumentos esgrimidos por el Comisionado de Seguridad Nacional Monte Alejandro Rubido García acerca de la segunda fuga del jefe del Cártel de Sinaloa, señalando el hecho como algo «imposible de predecir» y refiriéndose al Chapo como un personaje fuera de serie, con una inteligencia criminal capaz de esa hazaña y miles más.

En medios nacionales y extranjeros se ha dado amplia difusión a los recorridos que reporteros y corresponsales han efectuado a la atracción del momento: conozca el Penal del Altiplano, la celda del Chapo y la casa en obra negra por donde se fugó a través de un túnel. Hasta reclusos tristemente célebre como Édgar Valdez Villarreal alias «La Barbie» gritaron al paso de una de las comitivas que el asunto se ha transformado «en un circo».

Tanto los «Chapo Tours» como el «Operativo Escalón» son manifestaciones de una misma actitud gubernamental: difundir ampliamente aquello que no pueden resolver.  El discurso parece el mismo: «Por mí no queda, pero tampoco puedo garantizar más».

¿Acaso esperan que la ciudadanía se resigna a aceptar sin más ni más «la inevitable naturaleza de las cosas»?….Al menos eso nos parece.

Ojalá las cosas cambien, pero de verdad.

DE BOTEPRONTO: Y para aquellos gobiernícolas y panegiristas que piensen que este análisis es producto de la amargura o peca de imparcial… Pues simplemente les pregunto: ¿existe actualmente en Tamaulipas algún funcionario, diputado o alcalde que se desplace sin un grueso dispositivo de seguridad que le acompañe? ¿Verdad que la realidad se aprecia distinta desde el interior de una camioneta blindada, que desde el nivel de la banqueta, donde transitamos los simples mortales?

Comentarios: miguelangelisidro@hotmail.com
Twitter: @miguelisidro

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