En Reynosa, la decisión de una madre de familia de poner a su hija a vender chicles como lección de vida, divide opiniones entre la comunidad fronteriza.
Se trata de la locutora de radio Karen Mejía que decidió poner a vender chicles a su hija menor de edad en la vía pública con el siguiente letrero.
«Vendo chicles porque no valoro lo que tengo».
Debido a que a través de su red social difundió la medida disciplinaria hacia su hija, fue que Karen y su acción se volvieron virales, con comentarios a favor o en contra, a los que ella responde:
«Esto, se llama lección y no sólo es que no valore, o que no lo haga una vez; ella es una niña increíble y como tal quiero seguir manteniendo esa línea así que jamás olvidará que las cosas cuestan, que el cuerpo se cansa que reprocharle a mamá que trabaje y aveces no esté, no es tan sencillo, palabras altisonantes, señas, o comportamientos negativos hacia los demás tampoco serán permitidos mientras viva bajo mi techo y sea menor de edad o dependa de mi, yo estaba ahí, no me quedé acostada, jamás me le despegué»,
Dijo que las criticas la tienen sin cuidado:
«Que ahora todos se sientan psicologos expertos y permitan berrinches y actitudes extralimitadas por no causarles un trauma al regañarlos no es la mejor opción, los que me o nos conocen saben la relación tan estrecha que tenemos la unidad, complicidad y amor. Creen que no me duele? No dejé de llorar, jamás he permitido que le falte nada, Jamás permito que nadie me la humille, yo soy su madre lo único que tiene, le guste a quien le guste; Pero esta es la sal de la vida, cada cabeza es un mundo. Gracias a todos por compartir conmigo».
La misma Karen difundió fotos de su hija vendiendo chicles y después contando sus ganancias.







