Son los primeros en levantarse a salir a trabajar y los que menos ganan, viajan en pesera o si tienen suerte cuentan con un vehículo al que después de cada «gasolinazo» le ponen menos combustible, el INFONAVIT, el Seguro Social y su respectivo Sindicato los tienen a cuota fija, son los obreros fronterizos, que con su esfuerzo diario tiene de pie la sufrida economía local.Y es que entre el nuevo IVA, la escalada de incrementos a productos de la canasta básica y aumentos salariales que rayan en la miseria, los jornaleros están solos ante una clase empresarial empoderada, acuso Cirila Quintero Ramírez, directora del Colegio de la Frontera Norte.
«Y no vemos que esto vaya a mejorar, el empresario sigue ganando, y el que mas pierde, como siempre es el trabajador, que no tiene quien lo defienda, ni el gobierno ni los sindicatos están defendiendo los derechos de los obreros ante todos estos aumentos que no entiende pero que si sufre, porque el sueldo cada vez le alcance menos».
A decir de la entrevistada el 4% que 60 mil obreros de Matamoros obtuvieron como incremento salarial para el 2014 poco responde a sus necesidades y refleja el nulo interés de sus lideres para mejorar su poder adquisitivo.
«Algo tiene que cambiar, un planteamiento nuevo debe de hacerse por parte del gobierno y de los sindicatos para que dejen de ser los obreros los mas castigados por las políticas económicas del país, ellos son los que se quedan sin dinero porque el empresario sigue ganando y el gobierno también a través de estos impuestos, dejando a los trabajadores como los mas vulnerables, proclives a refugiarse en actividades mas redituables como la informalidad e incluso la propia delincuencia».
Desde hace tres años, recordó la entrevistada, el COLEF documento como los mínimos aumentos salariales no respondían a las necesidades del obrero fronterizo, que con sueldos promedio de 700 pesos por semana, tienen que costear transporte, alimentación, cuotas de INFONAVIT y servicios básicos como luz y agua entre otros.
«Es necesario que se piense en el trabajador, no solo para ofrecerlo como mano de obra calificada que atraiga inversiones, sino en las obligaciones que tiene y que no alcanza a cubrir con salarios que están muy por debajo de sus necesidades»
    
		




