Milenio.-La Universidad de Texas campus Austin ha perdido alrededor de un centenar de cerebros.
Esa cifra representa la mitad de los especímenes que la universidad tenía en una colección de cerebros preservados en frascos con formaldehído. Uno de los cerebros extraviados presumiblemente perteneció al asesino múltiple Charles Whitman.
El co-curador de la colección, el profesor de psicología Lawrence Cormack, dijo al diario local Austin American-Statesman que es probable que los estudiantes y otras personas se hayan estado llevando los cerebros durante años «para sus salas de estar o para bromas del Día de Brujas».





