LA JORNADA.- Aylan al Kurdi, el niño kurdo de tres años cuya foto ahogado en una playa de Bodrum en Turquía dio la vuelta al mundo, fue enterrado hoy en su ciudad natal de Kobane, en el noreste de Siria y muy cerca de la frontera con Turquía.
Junto a él fueron enterrados su hermano Ghaleb, de cinco años, y la madre de ambos, Rehan, señaló hoy el portavoz kurdo Idriss Nassan.
«Espero que mi historia haga que la gente ayude más a los refugiados», dijo el padre de los pequeños, Abdulá Kurdi, en declaraciones a la televisión kurda Rudaw, quien lloraba mientras los cuerpos eran enterrados juntos en la Ceremonia de los Mártires.
El convoy funerario viajó a Kobane, una ciudad devastada por un asalto del Estado Islámico durante cuatro meses el año pasado, desde el control fronterizo de Mursitpinar. Rudaw mostró imágenes de ambulancias y de la gente que acompañaba el convoy, escoltados por la policía turca.
En declaraciones en el cruce fronterizo, Kurdi dijo que esperaba que la muerte de su familia motivara a los estados árabes a ayudar a los refugiados sirios.
«Quiero que los gobiernos árabes -no los países europeos- vean (qué les pasó a) mis hijos y que por ellos ayuden a la gente», dijo más temprano a periodistas en el cruce fronterizo mientras las ambulancias trasladaban a los tres cuerpos desde Turquía a Siria.
La fotografía del cuerpo de Aylan, varado en la orilla de una playa apareció esta semana en periódicos de todo el mundo, provocando la compasión y la indignación ante lo que se percibe como inoperancia de las naciones desarrolladas en la ayuda a los refugiados.
Abdullah dijo que decidió intentar llegar a Europa con su familia después de que Canadá, donde vive su hermana, rechazó su pedido de asilo.
La agencia de refugiados de la ONU estima que más de 300 mil personas utilizó rutas marítimas peligrosas en lo que va del año para llegar a Europa. Unas dos mil 500 perdieron la vida.





