ORT.-Los sacramentos y servicios eclesiásticos de la  Iglesia Católica no se venden, son sagrados, pero es necesario pedir una cooperación a los feligreses que requieren de los mismos, aclaró el Obispo Antonio González Sánchez.

 El jerarca religioso, explicó que los ingresos que las parroquias obtienen por estos servicios, están destinados al pago de  empleados, mantenimiento de los templos, de los servicios básicos entre otros.

Señaló que con frecuencia se acusa a la Iglesia de cobrar por los sacramentos del bautismo, confirmación  y matrimonio entre otros, pero, reiteró, no es un cobro, sino una aportación que la gente hace.

De esta forma respondió el Obispo a las declaraciones que hace unos días formuló el papa Francisco en contra de quienes han convertido la  Iglesia en un centro de negocios.

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