El consumo mundial de carbón tocó un «máximo histórico» en 2022 y probablemente llegue a un récord este año, afirmó ayer la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
La combustión del carbón para producir electricidad o para la industria emite una gran parte del CO2 responsable del calentamiento global.
El año pasado, el consumo de esta sustancia sólida «aumentó 3.3%, a ocho mil 300 millones de toneladas», indicó el informe de la AIE, mientras que en el primer semestre 2023, estima que la demanda global incrementará 1.5%, a cuatro mil 700 millones de toneladas.





