NOTICIAS UNIVISION.-Los días que tienen agua, la puertorriqueña Gina Hernández y su familia prefieren no salir de su casa. Aprovechan esas horas para bañarse y para hacer la limpieza del hogar, pero sobre todo para recolectar todo los galones que luego necesitarán durante las siguientes 48 horas. La urbanización Villas de Andalucía en Trujillo Alto, donde se ubica su casa, forma parte del plan de racionamiento de agua potable implementado enPuerto Rico, que este jueves se expandió al sur de la isla por la sequía. En medio de una grave crisis económica como la que se está viviendo aquí, el caso puertorriqueño vuelve a mostrar como la falta de un recurso natural como el agua puede convertirse para la población en una pesadilla. Y en un agujero más para el bolsillo.
Isla de la sed
Inicialmente, el servicio de agua potable en la casa de la familia Hernández se interrumpía por un lapso de 24 horas, pero a medida que los niveles de los embalses continuaban bajando, la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) anunció una extensión del racionamiento para los abonados que, como ellos, se sirven del embalse de Carraízo.





