La instalación, que se encuentra en la Iglesia Metodista Unida de Claremont, una localidad 51 kilómetros al este de Los Ángeles, fue ubicada este fin de semana para denunciar la situación que viven miles de migrantes.
“Nuestro temor es que si María, José y el niño Jesús vinieran hasta la frontera en 2019 podrían ser separados y ¿que sería tener esa familia separada con el niño en un centro de detención, la madre en otro y el papá en otro? Nosotros creemos que es injusto separar familias en la frontera”, señaló la pastora de la iglesia Kathy Black.
En 2014, la iglesia colocó al Niño Jesús en manos de la Virgen María y regalos de los Reyes Magos puestos en un carrito de compras en una parada de autobús, en un llamado a reflexionar sobre la pobreza en Estados Unidos.
Con información de agencias





