LA JORNADA.- María Consuelo Loera Pérez, madre del líder del cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera El Chapo dijo que ella y sus dos hijas obtuvieron una visa humanitaria para viajar a Estados Unidos y visitar al capo en la cárcel.

Frente a la representación diplomática del gobierno estadunidense en la Ciudad de México, la señora dio gracias «al presidente (Andrés Manuel) López Obrador y a la embajada de Estados Unidos porque me dieron el permiso».

Acompañada por el abogado José Luis González Meza, quien convocó a medios de comunicación, Loera Pérez indicó que desea la libertad de su hijo y que pueda regresar al país.

También estaban presentes Armida y Bernarda, hermanas de El Chapo. Con frases breves, la señora María Consuelo relató que cuando ha hablado con su hijo me dice que está bien y que todo está bien y espera que ello sea cierto.

Aún no hay fecha para su viaje y declaró que a ver si nos toca estar allá el 25 de junio cuando se conozca la sentencia de Guzmán Loera por los cargos de tráfico de cocaína, heroína, metanfetaminas y mariguana a Estados Unidos de los que fue encontrado culpable.

González Meza, uno de los abogados de El Chapo en México, informó en febrero que Loera Pérez man-dó una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador en la que pedía le fuera otorgada una visa para ir a ver a su hijo. De acuerdo con la misiva, que fue revelada por el propio presidente López Obrador en aquel momento, lo que mantenía viva a la mujer de la tercera edad era la esperanza de volver a verlo, después de cinco años de no hacerlo.

Loera Pérez dio una entrevista en su casa, en La Tuna, Badiraguato, el último día de diciembre de 2015, unos días antes de que la Marina recapturara por tercera ocasión a su hijo, que posteriormente fue extraditado a Estados Unidos, donde se encuentra actualmente.

En aquella conversación, la madre del narcotraficante habló sobre la cacería que el gobierno mantenía para recapturar a su hijo. Doña Consuelo, como la conocen en La Tuna, creía firmemente que Dios no quería tener a su hijo en la cárcel, por lo que había logrado fugarse dos veces. Ese día Doña Consuelo no quiso dar detalles de la última vez que se reunió con su hijo, ni dónde lo había visto, sólo aseguró que se encontraba bien. Ahora, más de tres años después la madre reapareció sentada en una silla de ruedas frente a la embajada estadunidense en México y habló de forma escueta, pero en la entrevista de 2015, la mujer abordó, entre otras cosas, la infancia del capo:

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