TRAEN UNA COMEZÓN los enemigos de la presidenta LETICIA, no soportan su éxito y sus estrategias. GRITAN, ACUSAN, ellos, los que se dicen políticos de mucha experiencia: » LETY arrancó (temprano) su campaña por la gubernatura con sus espectaculares en Reynosa y Tampico, con su nombre y saludos en peleas de box.»…Y lo que sigue, nomás espérense.
PARECEN CHIQUITOS, dice la frase popular. ¿Y qué querían o quieren? Que LETY y su equipo jueguen a no saber de grilla. Es el momento de ellos, pase lo que pase, ellos ganan.
LA BANDA DE EGIDIO, se desafina día con día. Será un cierre de año con priistas que ya entendieron que las reglas del PRI ya no cuentan. Egidio no tiene tamaños de estadista. Compra circos y le crecen los enanos. Mala suerte.
Leticia Salazar es ahora coordinadora regional de la Conferencia Nacional de Municipios de México (Conamm), y terminó por opacar al gober EGIDIO TORREque le compró a su favorito ALEJANDRO Ettiene Llano una posición chaparrita: encabezar a los alcaldes de Tamaulipas, cargo que también recibió durante el evento del pasado lunes en Guanajuato.
Otra cosa…
LOS EXPERTOS señalan que, el de NAVARRETE, fue un buen acto propagandístico, el primero en su nuevo encargo. Sin embargo, parece estar muy lejos de lo que intentó representar.
El ahora prófugo Abarca Velázquez y su familia nacieron políticamente en el seno de la tribu Nueva Izquierda, corriente conocida como la de los Chuchos, en la que milita el propio Carlos Navarrete, y fue llevado de la mano por el secretario de Salud estatal guerrerense, Lázaro MAZÓN Alonso, que busca se gobernador.
LO EVIDENTE es que la corriente de los Chuchos protegió a Abarca.
EN EL 2013, la viuda del líder de Unidad Popular, Arturo Hernández Cardona –cuyo asesinato es atribuido por un sobreviviente directamente a Abarca–, promovió un juicio político contra el alcalde, fue precisamente NI, en voz del presidente de Comisión de Gobierno del Congreso local, Bernardo Ortega Jiménez, la que impidió ir más allá.
Las versiones públicas de que Abarca estaba involucrado con la delincuencia organizado, como se documenta hasta la saciedad en estos días en los medios de comunicación, nunca fueron escuchadas por la dirigencia perredista. ¿Por qué? ¿Por los millones de pesos que manejaba?
Ahora parece que todo se trata de pedir perdón. ¿Cómo garantizará el PRD de Carlos Navarrete, es decir de los Chuchos, que no se repita un caso como el de Abarca? EN TAMAULIPAS se sabe de varios casos en fecha reciente.
SIN IR MÁS lejos, en Río Bravo, ocurrieron dos detalles terribles: ahí asesinaron al carismático JUAN ANTONIO GUAJARDO. Y en Río Bravo se detuvieron a importantes líderes perredistas por robar gasolina, estamos hablando de decenas de millones de dólares.
Está bien que haya el interés por pedir perdón a la sociedad y buscar el rencuentro con ella, pero ahora el PRD deberá rencontrarse con su propios militantes, con sus principios, con su historia. Solamente de esa manera podría lograr que un caso como el de Iguala no se convierta en su Waterloo político.
La solicitud de perdón, si no va acompañada con medidas concretas de democratización interna, y de vigilancia de sus candidatos, se convierte en hipocresía, y en un llamamiento al olvido.
