SinEmbargo.-Olga Montúfar adquirió la discapacidad que la tiene atada a una silla de ruedas por secuelas de poliomielitis que se agravó debido a las condiciones de pobreza de su familia. Ella  vivía en Totoloapan, en Guerrero, y posteriormente se fue a radicar en el estado de Hidalgo. Como se casó con un hidalguense se considera más de esa entidad que guerrerense, pero nunca ha renegado de sus raíces indígenas. A pesar de su discapacidad, Olga ha trabajado durante los últimos 21 años para que se reconozca el derecho de los indígenas discapacitados a gozar de los mismos derechos que las personas sin discapacidad. Por lo que sabe muy bien que las personas indígenas con discapacidad pueden presentar mayor vulnerabilidad, debido a su doble condición: ser indígena y discapacitado, lo cual en México es garantía de invisibilidad para el Estado.


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