Desde el negocio que se ofrece para cuidar a los niños al no haber escuelas, los acaparadores que arrasan con papel sanitario en tienda de Matamoros para venderlo mas caro en Texas o incluso la señora que se roba el gel antibacterial del consultorio medico, no han sido pocos los casos en los que el COVID19 saca el peor lado de las personas.
Brincos de negligencia
En franco desacato a la campaña Sana Distancia propuesta por autoridades para que los mexicanos opten por el aislamient
o, el establecimiento Power Jump de Matamoros dio a conocer su Campamento para menores de edad, con la sugerente pregunta: ¿NO TIENES DONDE DEJAR A TUS HIJOS?
Como era de esperarse las redes reaccionaron ante el ofrecimiento del negocio de aglomerar a niños en sus instalaciones de la avenida Roberto Guerra a cambio de 200 pesos el día
“Avariciosos” “mercenarios” “muertos de hambre” … son algunos de los calificativos que los administradores de negocio de brincolines se han llevado luego de querer sacar provecho económico de cómo la crisis de coronavirus dejó a los niños sin clases y muchos padres de familia no tienen donde dejarlos mientras ellos trabajan.
“Que irresponsables… se dieron los días para estar en casa, para evitar una posible propagación del virus y aunque aún no hay casos registrados, se están tomando las medidas necesarias para evitarlo y ustedes salen con esto?
De verdad espero que nadie acuda 🙄”, manifestó una jefa de familia en el mismo anuncio.
Bara Bara Bara
Mientras en tiendas departamentales de Matamoros y Reynosa se reportaba desabasto de papel sanitario, cloro y otros artículos de limpieza , en Texas se dispararon las publicaciones en grupos de facebook anunciando tales productos mexicanos a precios por demás elevado.
Por ejemplo, el usuario Garaje Sale, llego a ofertar en 6 dólares el paquete de 12 rollos de la marca Girasol de que este lado de la frontera, alcanza los 50 pesos.
Muchas criticas se llevo Ericka Silva vendiendo en 3 dólares los botes de cloro que en territorio mexicano se cotizan en 20 pesos.
