Inamovible, la delegación de la Procuraduría General de la República, permanece en el cruce de Sexta e Iturbide, a unos metros del Puente Viejo Internacional, pese a los intentos desesperados de la clase empresarial y política para sacarla del Centro Histórico de Matamoros.
Y es que ni gobierno del PRI ni del PAN han conseguido la hazaña de trasladar la delegación de la PGR a un punto donde estorbe menos y deje de dar con sus vehículos decomisados, yogas de gasolina, camionetas siniestras, entre otros factores, una mala imagen en el primer cuadro de la ciudad.
El edificio que da cabida a las Agencias del Ministerio Público Federal carece de un estacionamiento y patios adecuados, por lo que de manera constante al cierre de la calle Sexta, la principal arteria de la ciudad, es cerrada a la circulación vehicular, por parte de las fuerzas armadas que trasladan detenidos, unidades motrices, cargamentos de droga y gasolina robada, entre otros artículos decomisados durante sus operativos.
Tales movimientos contribuyen a dar una mala imagen de la ciudad, que busca recuperar el turismo perdido, afirma Julio Avila Coronado, vicepresidente de la Cámara Nacional de Comercio.
«Pues regularmente se observan en esa área a elementos policíacos o militares que portan armas largas y pasamontañas, además de vehículos que participaron en persecuciones, entonces todo eso da una imagen negativa dentro de un Centro Histórico que busca recuperarse».
Mencionó como al organismo camaral llegan las quejas y denuncias de los empresarios establecidos en el área, de farmacéuticos a propietarios de restaurantes, en el sentido de que la presencia de elementos arados, vehículos decomisados y siniestrados, terminó por ahuyentar a su clientela.
«Además de que constantemente se conoce del bloqueo o cierre de la calle sexta, que es una de nuestras principales vías de acceso, sobre todo para quien viene de los puentes internacionales con dirección al centro, y que al llegar se tope con ese cuadro no es muy alentador ni positivo».
Desde septiembre del 2010, los comerciantes presentaron la primera solicitud para que el edificio de la PGR fuera reubicado.
A esa exigencia se unió la administración municipal entonces encabezada por Alfonso Sánchez Garza. Cuatro años han pasado y el plan no prosperó.
Jorge Villarreal Tavera, Secretario del Ayuntamiento, afirmó que la solicitud no ha perdido vigencia. Que la nueva administración, a cargo de Norma Leticia Salazar Vázquez insiste ante la delegación de la PGR en Tamaulipas, a cargo de … para que se traslade a otro punto de la ciudad.
«La alcaldesa Leticia Salazar ha sostenido varias reuniones con el delegado estatal de la PGR para ver el tema del cambio de ubicación de la PGR que se encuentra ubicada en estos momentos en el centro de la ciudad, ya que una molestia para la gente que en ocasiones encuentra bloqueos por horas en esa calle que es la 6 e Iturbide».
A la espera que el cambio de ubicación sea lo más pronto posible el funcionario municipal afirmó que existe toda la disposición en el Ayuntamiento Local para facilitar la transición y donar un área municipal en la que la PGR pueda erigir sus nuevas instalaciones y así salirse del centro de la ciudad.
«Aún no se tiene un lugar o predio donde se pueda reubicar, pero se esta en busca de ello, por el momento se tienen contemplados algunos puntos donde podría estar pero nada es un hecho hasta ahora».
A mediados del 2012, el proyecto de reubicar la PGR se vislumbro más cercano que nunca. Incluso el gobierno municipal anunció la donación de un terreno de 3 mil 729 metros cuadrados en la colonia Villa Madrid, al sur de Matamoros.
En ese entonces, Juan Guillermo Lagunes, quien se desempeña como Secretario de Desarrollo Urbano, anunció que la propuesta estaba ya en las oficinas centrales de la PGR en la ciudad de México y que la dependencia a cargo de Marisela Morales no tardaba en dar el sí a las autoridades de Matamoros.
Sin embargo debido a que el terreno en cuestión había sido cedido en sesión de cabildo al Centro de Orientación y Apoyo a la Mujer para la construcción de un albergue, el plan se abortó y la PGR siguió donde mismo.





