Un verdadero foco de infección es la Plaza Allende de Matamoros, con fugas de aguas negras, ratas de tamaño de un tlacuache y personas haciendo sus necesidades a unos cuanto
s metros de donde comerciantes semifijos elaboran y venden comida.
El olor de las aguas negras y los chillidos de las ratas dan ambiente en la plaza en el Barrio La Capilla, en el centro de Matamoros, luego de que comerciantes fueran facultados durante el trienio como alcalde de Baltazar Hinojosa Ochoa para instalarse en unos ticuruchos de laminas que sin agua corriente ni sistema de descargas se convirtieron en un foco de contaminación al aire libre.
Martha García Santoyo, lidereza de la CROC, que regentea a los comerciantes y saca provecho económico de ellos, señaló que el problema de las aguas negras se debe a que la calle 11 se encuentra desanivelada y es por eso cuando llueve el agua se estanca debajo de los puestos de comida durante varios días provoca la proliferación del mosquito además de mal olor.
Mencionó también que parte también se debe a que algunos comerciantes no cuentan con drenaje y se desconoce donde tiran el agua.
Comentó que harán nuevamente la solicitud a la nueva administración para que se de solución al grave problema que existe en estos puestos.
Cabe mencionar que algunos ciudadanos ya se han quejado de la falta de higiene de los puestos ya que por debajo de encuentran aguas negras y ratas y esto da una mala imagen a esta zona de la ciudad.





