En una esquina del Barrio de la Capilla, en el casco antiguo de Matamoros, Cherry se alisa el cabello y baja el escote preparada para trabajar horas extras, sabe que no habrá días de asueto ni descanso dentro del oficio más viejo del mundo y su obligación de tener sexo pagado con 70 hombres por semana.
Es una morena guapa de apenas 19 años de edad, de cuerpo sinuoso, sonrisa franca y un tatuaje en el pecho al que debe su apodo, que responde sin rodeos a las preguntas que la conductora Sara Sangrante le avienta a boca de jarro en la cabina de Radio Frontera, como parte del programa La Hora Sexual, que miércoles y viernes se transmite vía internet.
“Yo esto no lo hago por gusto, lo hago por necesidad, para mantener a mis dos hijas, y si llego a tener relaciones con 25 hombres en un día es porque tengo la visión de retirarme pronto, en unos dos años más
“.
Clientes no le faltan, afirma: en una semana puede tener hasta 70, y en temporadas altas, como la navideña, con entrega de aguinaldos y posadas, anticipa que no hay descanso pues en un solo día pueden llegar hasta 25 hombres a su cama.
“Regularmente trabajo de jueves a martes, pero en fechas así ya sabemos que no vamos a descansar”.
–Ni en tu periodo…
“Ni así, tenemos modos para poder hacer un servicio sin manchar al cliente para no faltar ni esos días, yo y mis compañeras ya sabemos que se suspenden descansos, que en Navidad y Año Nuevo ahí vamos a estar porque va llegar mucha gente”.
Con cierto desparpajo, recuerda que al ser madre de dos niñas, de 3 y 4 años de edad, a sus 18 se vio en la necesidad de intercambiar su cuerpo y caricias por dinero.
“Mi familia no sabe porque por supuesto que les tengo un respeto, mientras que mis compañeras no saben dónde vivo, ni en que colonia, yo apago el celular y no quiero saber más de mi trabajo, de lo que paso ahí, no me lo llevo a la casa para no contaminar mi vida familiar ni a mis hijas”.
Explica que con tarifas que van de los 150 pesos por 15 minutos de sexo oral, a los mil por un servicio con desnudo completo y penetración vaginal, llega a obtener hasta 5 mil pesos en un buen día laboral.
“Soy la que administra mi dinero, mis gastos, estoy sola con mis hijas y tengo que ver por ellas, así que debo cuidar lo que gano para poderme retirar, si Dios quiere, pronto”.








