ARISTEGUI.- Las constantes extorsiones a comerciantes en Pungarabato, Guerrero, durante los últimos años, pese a la presencia de federales y militares en la región de Tierra Caliente, han obligado a decenas de familias “calentanas” a emigrar a urbes cercanas: Morelia, Ciudad de México, Cuernavaca, Chilpancingo, Acapulco… Hay opciones.
Pero los que se quedan -la mayoría en la cabecera municipal, Ciudad Altamirano– viven siempre lo mismo y sólo tienen de dos: pagar lo que una célula de los Caballeros Templarios, plenamente identificada, les exige a través de un simple pedazo de papel, onegociar el pago para que sea lo menor posible.
El papel no lo envía cualquiera. Como se documentó en la primera parte del reportaje, se trata de una célula de Los Caballeros Templarios, encabezada por “José Pineda”, cuyo verdadero nombre es Rodolfo Maldonado Bustos, un líder de narcotraficantes, extorsionadores y secuestradores, que logró “huir” durante un golpe de los militares contra ese cártel en octubre 2012, antes del cambio de gobierno federal.
Hoy por hoy, la banda de “don José” se mueve con total libertad por Pungarabato, pese a la presencia de policías federales y de soldados.
“Y sin embargo, se mueven. De norte a sur, de este a oeste van los mensajeros del crimen organizado papelito en mano visitando a los empresarios altamiranenses. ¿Y el gobierno federal, y el gobierno estatal? Esperando su parte!”, escribió el jueves de esta semana en su cuenta de Facebook el dos veces alcalde de ese municipio, Víctor Mojica.
El grupo delincuencial no sólo azuza a los comerciantes. También va tras los nuevos alcaldes que tomaron posesión apenas en octubre pasado. Ese es el caso de Ambrosio Soto Duarte (PRD), a quien le exigieron 3 millones de pesos de los recursos del municipio, el pasado 18 de octubre.





