Con el regreso a clases de 130 mil alumnos en Matamoros, se regularizo la rutina de retrasos, congestionamiento vial, rugir de motores y sonar de claxons en torno a los planteles escolares, donde también se escucharon insultos y hasta mentadas de madre entre los jefes de familia.
Terminado el periodo vacacional de Semana Santa y de vuelta a las actividades escolares la buena noticia fue que no se presentaron robos a los inmuebles, o por lo menos no reconocidos por el jefe de Educación en Matamoros, José Flores Ramírez, y el representante de la Secretaría de Educación de Tamaulipas, Francisco Sanchez Salazar.
La ceremonia de inicio de actividades educativas la encabezó la presidenta municipal Leticia Salazar Vázquez, en la primaria Santos Valle Cardona, al fondo de la colonia Jesús Vega Sánchez, tan castigada por la falta de servicios primarios.
Al término de ese acto, los dos funcionarios revelaron que el inicio de clases se reportaba sin robos ni incidencias mayores.
Sin embargo en las cercanías de los planteles se vivía una realidad caótica y nada ordenada, vehículos estacionados en doble y hasta triple fila se observaron en las afueras del centro de estudios Oralia Guerra de Villarreal, provocando embotellamientos y caos en Periférico, a la altura de la colonia Chapultepec.
En el Centro Histórico de la ciudad, largas filas se observaron frente a las primarias Josefa Ortiz de Dominguez y Josefina Menchaca, sin falta la Miguel Sáenz González, cuya directiva ordena cada mañana el cierre de la calle con el mismo nombre sin importar el tráfico pesado de la calle primera.
En instituciones como la Adalberto Arguelles, Secundaria General Numero 2 y la Uno, se observó al filo del mediodía un desorden mayúsculo con alumnos caminando por las calles sin vigilancia y largas hileras de automóviles, cuyos conductores se atropellaban con insultos y recordatorios maternales.
