Elmundo.-La tonadillera Isabel Pantoja no quiere pasar los días escondida en su celda ni amargarse la vida en la cárcel de mujeres de Alcalá de Guadaíra, en la que está ingresada desde el pasado viernes a las 7.55 para cumplir la condena de dos años de prisión impuesta por la Audiencia de Málaga y confirmada por el Tribunal Supremo por un delito de blanqueo de capitales.

Cuando llevaba apenas unas horas en la prisión, Isabel Pantoja se acercó, una a una, a todas las presas de su módulo, se presentó, dándoles dos besos, y les anunció que tenía la intención de montar un coro con ellas, según dijeron a EL MUNDO fuentes de solvencia.

De esta forma, Isabel Pantoja pretende ganarse la confianza de las mujeres con las que va a convivir durante los próximos meses y disipar los enfados que pueda haber entre las presas por el posible beneficio que la tonadillera pueda disfrutar en prisión.

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