Lo que suceda en el año que inicia, en cuanto a resultados electorales, será decisivo en los planes futuros de los partidos políticos, con respecto a la sucesión gubernamental.
Y es que, en cierto sentido, según se perfilen triunfos o derrotas en determinados distritos federales, se verá hacia donde apunta la tendencia de los ciudadanos para lo que vendrá en el 2016.
Está por demás dicho que una buena gestión se ve reflejada en las urnas, en aval a los candidatos del partido en el poder; en contraparte, si hay insatisfacción, los electores buscan alternativas.
Se trata de comicios federales y es pertinente señalar que el mandato del presidente, ENRIQUE PEÑA NIETO, cerró muy mal el 2014, en aspectos de inseguridad, tanto en el caso Guerrero como en otras entidades de la república.
Aunado a ello se encuentran los presuntos actos de corrupción en que habrían incurrido en el más alto nivel de la administración actual.
Otro de los problemas sensibles que se ha reflejado en las calles y a nivel mediático, es la incapacidad del jefe del ejecutivo y su equipo para dar respuesta a las constantes demandas de los ciudadanos, agraviados por la impunidad. Esa ha sido la constante, al menos desde finales de septiembre a la fecha.
Es de esperar que todo ello tenga efectos negativos en los planes del PEÑA NIETO, para contar con una cámara de diputados con mayoría de su instituto y aliados, a fin de profundizar en las reformas aprobadas en el pasado reciente.
De modo que en Tamaulipas, al igual que en el resto de la república, se constatará en qué medida los ciudadanos avalan o reprueban a los partidos en el poder y el trabajo de sus representantes.
Acá, la administración de EGIDIO TORRE CANTÚ se encuentra ante la posibilidad de rendir buenas cuentas, en materia política, aunque el entorno es más bien complicado
Por lo pronto, en relación al Partido Revolucionario Institucional (PRI), se observa la tendencia tradicional de ejercer el centralismo para sacar adelante las candidaturas, al
menos en cuatro de los ocho distritos que están en juego, con el argumento de garantizar acuerdos institucionales.
Implica determinar, desde el “alto mando”, el nombre de los candidatos o candidatas, que así convenga al priismo y, en buen castellano, a la cúpula que ahora está al frente del país.
Con respecto al resto de los distritos la incógnita se despejará a través de la convención de delegados para lo cual, en el Revolucionario Institucional, se recibirán propuestas de prospectos entre el seis y siete del éste mes.
Se supone que los priistas mandarán a la competencia a sus mejores hombres y mujeres o al menos eso es lo que se escucha en los discursos. Ese, por supuesto, será otro de los factores que inclinen la balanza en favor o en contra de un determinado proyecto.
Entre los aspectos que no favorece al PRI esta no ir en “unión” con los partidos Nueva Alianza y Verde Ecologista, sus otrora socios.
De manera que los votos, principalmente del magisterio, podrían no ser suficientes para que alguno candidato de NA ganara pero si pueden ser fundamentales en la Victoria o derrota de abanderados priistas.
A lo anterior habrá que sumarle la presencia real de “opositores” panistas en localidades muy importantes, desde el punto de vista económico y debido a la alta concentración poblacional.
Es de esperar que los distritos con cabecera en Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros y Tampico mantengan ocupados y hasta preocupados a los guías y operadores priistas.
Pero tampoco pueden relajarse en relación a el resto de los espacios que estarán en disputa, si se considera que en éstos se prevé haya competencia. Ni Victoria, Mante, Río Bravo o Madero, pueden darse por seguros para sacar adelante la elección.
Debe señalarse que algo en favor del PRI es la renovación de la directiva panista, en pleno año electoral, en tanto exhibe sus contradicciones internas y, por tanto, muestra sus debilidades.
Por otra parte, la representación de la izquierda, PRD y PT-, carecen de suficiente presencia en el estado. Su actuación, en los comicios por venir, podría ser marginal si consideramos el pobre trabajo en las bases y la posibilidad de que parte de su “clientela” se vaya hacia el Movimiento de Regeneración Nacional, de reciente creación.
Sin duda lo que suceda el presente año, en el ámbito político y electoral, ubicará a cada partido en su real trascendencia y podría ser determinante en cuanto a al cambio en la jefatura del ejecutivo estatal.
AL CIERRE
Es factible que el 2015 no pinte bien para ciertos partidos políticos, mismos que han vivido a las pegadas con el PRI o con el PAN, acorde a su conveniencia.
Uno de éstos es el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), cuya dirigencia nacional y de la entidad, funciona para responder a los intereses de sus dueños y a manera de agencia de colocaciones.
Por lo pronto, el “regalo” de año nuevo que le dio el Instituto Nacional Electoral (INE) al verde es la aprobación de medidas cautelares y la orden de suspensión de los mensajes que manejan en los cines y de la propaganda fija que tienen en el país.
Se sabe que mensajes de éste tipo y en medios electrónicos y digitales son el fuerte del instituto propiedad de la familia GONZÁLEZ MARTÍNEZ.




