
A PROPÓSITO de la desaparición y muerte de una niña nuevoleonesa en Madero, recibo un texto deslumbrante. Es producto del esfuerzo de una mujer admirable, la socióloga, investigadora y escritora JENNIFER CLEMENT (Coneccticut, 1960). El título es «Ladydi». Ahí se aborda el grave problema de trata de mujeres en el área rural de México. El libro gira en dos ejes: una señora le contó (hace cinco años) a la autora, cómo en su comunidad cavaban hoyos en las milpas para esconder a sus hijas…La autora no podía creerlo, que pasara en el México del siglo XXI, pensaba que eso había quedado atrás, en la época de la Revolución. Por eso «muchos meses luego que me retumbó de ese relato no pude dormir, tuve pesadillas.» Se imaginó a cientos o miles de niñas llenas de terror. Eje dos,  una visita a la cárcel de Santa Martha Acatitla (D.F.), ubicada en el reclusorio de hombres. Ahí Jennifer constató la cantidad de mujeres, sin control real, que «visitaban» a los varones, y las mujeres…a nadie. Ya metida más en el tema, la investigadora estadounidense, pudo constatar que en México no hay una método, un registro que documente cuántas niñas, desde bebés, niñas, adolescentes, son robadas, secuestradas, desaparecidas, o muertas que nadie reclama.
Añade: en USA hay un registro imperfecto, pero existe. Y lo que pasa es que los ciudadanos de ambos países actuamos como si este drama fuera normal, el que una mujer menor desaparezca. Basta con ir a los centros comerciales, estaciones de policía, y veremos las fotos de infinidad de desaparecidas. Un dato, sólo en Atlanta, donde al parecer hay mejor organización, se considera que cada mes 300 niñas están en riesgo. Chicago reporta entre 100 y 500. En México, donde el problema es un enigma escalofriante, nadie sabe nada. No existe un departamento policial que se dedique a eso. Un jefe policiaco, incluso el reportero policiaco, se vuelve insensible. EL TEMA DA para más, lo trataremos luego. «Laydi» es un libro que usted debe leer, aparecerá a finales de agosto en las tiendas. EN TAMAULIPAS, para variar, no hay un dato, un seguimiento. Los grupos no gubernamentales de Centroamérica señalan que en los últimos cinco años, no saben nada de más de 600 menores. Pero como no pueden entrar a este territorio comanche. En noviembre de 2013 intentaron montar exposiciones de fotografías en Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo, de peques desaparecidas. Pero nadie les garantizó su seguridad. De modo que no hubo exposición.
ESTO SE ESCRIBIÓ ayer en Europa del señor que manda en Los Pinos: «Enrique Peña Nieto es el presidente mexicano menos amado del que se tenga memoria en tiempos recientes, publicó The New York Times hace una semana. Los niveles de aprobación por parte de la opinión pública han pasado de un 54% a un 37% en apenas dos años, según el diario estadounidense. Lo anterior llevaría a preguntarnos. ¿Se puede gobernar sin amor? O como diría Tina Turner, ¿y qué tiene que ver el amor con eso? (¿What’s love got to do with it?)
Parecería que tiene muy poco a juzgar por la capacidad que la administración de Peña Nieto ha tenido para impulsar una andanada de reformas que han sacudido el andamiaje institucional del país. Para algunos pueden ser tibias y para otros inadecuadas, pero nadie puede negar que se trata de un impulso sin precedente desde hace varias décadas…USTED TIENE la mejor opinión, ¿cómo le va con PEÑA?
La secretaria MÓNICA GARCÍA GONZÁLEZ, que anda alborotada con ser candidata a diputada federal (por Matamoros), mintió una vez más. En conversaciones en los últimos meses con empresarios fronterizos les aseguró que era complicado iniciar un nuevo puente internacional. A lo que los empresarios inteligentes les supo amargo. Y más se amargaron que al saber esto:
México y Estados Unidos firmaron un Memorándum de Entendimiento para la construcción y puesta en operación del proyecto Cruce Internacional de Otay II-Otay Mesa East, para favorecer el intercambio comercial con el estado de California. De acuerdo con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), para el desarrollo de este proyecto se prevén recursos por dos mil millones de pesos para la habilitación de 35 carriles (27 al norte y ocho al sur), que podrán iniciar operaciones a finales de 2017. En la firma del documento, el subsecretario de Infraestructura de la dependencia, Raúl Murrieta Cummings, dijo que este acuerdo busca estrechar acercamiento con el gobierno de California para apoyar la relación comercial y fortalecer los mecanismos de los cruces fronterizos. EL secretario de la Agencia de Transporte de California, Brian P. Kelly, estableció la creación de un grupo binacional de alto nivel que tendrá por objetivo garantizar la correcta, eficiente y oportuna instrumentación de este proyecto estratégico y fortalecer los esfuerzos en materia de planeación, cooperación tecnológica y eficiencia operacional en el sistema de cruces de la región Tijuana-San Diego. La SCT destaca su trabajo en la planeación y ejecución de proyectos fronterizos que permitan que los cruces de personas y mercancías entre ambos países sean más rápidos y eficientes. QUISIERA COMENTARLE que en las oficinas centrales de la SCT hay infinidad de proyectos carreteros, periféricos en las principales ciudades, rediseño en las redes actuales, o un documento para un nuevo puente con TEXAS. Pero no hay nada.
		

