ABC.- Después de haber recibido baños de multitudes en tres capitales americanas, los aplausos del Congreso y los de Naciones Unidas,el Papa Francisco evitaba cualquier triunfalismo en el vuelo de regreso a Roma a pesar de que tanto los periodistas norteamericanos como los europeos insistían en subrayar el éxito de su viaje.

Durante la conferencia de prensa en vuelo, el Santo Padre no dejaba que se le subiesen a la cabeza las valoraciones positivas. Preguntado si se siente más poderoso después de su éxito arrollador en Estados Unidos, Francisco respondió que «no sé si he tenido éxito o no. Tengo miedo de mí mismo. Me siento siempre débil. El poder es importante sólo si sirve para hacer el bien. El verdadero poder es el servicio».

El Papa confiesa: «Me siento siempre débil»

En otro momento comentó que «yo he intentado hacer el bien, no sé si lo he conseguido». Una y otra vez rechazó la idea de haberse convertido en una estrella para los americanos e incluso añadió que «las estrellas son bonitas para mirarlas. A mí me gusta».

A la pregunta de qué le venía a la cabeza en el momento en que el avión despegaba de suelo americano, Francisco respondió que «me venían a la memoria los rostros de la gente.Me viene el deseo de rezar por ellos. Le pido a Dios que custodie a la gente que me ha visto y también a los que me han criticado».

De los norteamericanos le ha sorprendido «el calor de la gente, que ha sido una cosa muy bonita pero diferente en cada lugar. Washington era más formal,Nueva York es un poco extralimitada, Filadelfia es muy expresiva».

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