BBC.-Después de todo, los dueños de castillos en Transilvania no tuvieron que preocuparse por los vampiros, sino por los comunistas.
Durante siglos ese histórico territorio en el centro de Rumania, que inspiró la novela de horror Drácula, de Bram Stocker, fue durante siglos hogar de aristócratas que construyeron más de 100 imponentes castillos.
Sin embargo, el lujo y esplendor cambió drásticamente cuando el partido comunista rumano tomó el poder al final de la Segunda Guerra Mundial, y confiscó los castillos.
Algunos de los dueños lograron escapar del país, mientras que otros sucumbieron en medio de penurias.
La mayoría de los castillos se transformaron en edificaciones abandonadas a su suerte por el Estado, quedando como testigos mudos de una época de glorias pasadas.





