Fue un mecánico prestigiado, pero su gusto por el alcohol y problemas maritales lo dejaron en la ruina, hoy enfermo y solitario duerme al aire libre
Sentado en el suelo, Mauricio Alamillo Delgado pide apoyo para contar con un techo donde vivir, pues por cosas de la vida vive en la miseria extrema y duer
me sobre cartones en terrenos de lo que un día fue su taller mecánico.
Es dentro de un lote de la calle Vicente Guerrero en la colonia Benito Juárez que un señor de 62 años, vive en un terreno que era suyo pero vendió en 150 mil pesos, dinero que ya se acabó.
Con una cobija qué usa como catre, una bolsa donde guarda su muda de ropa, una sombrilla y sin prácticamente nada es el entorno que le ha dejado sus vivencias.
Pues tres matrimonios fallidos y la tendencia a tomar le han dado como resultado el casi casi estar en la calle de no ser por la caridad de los
vecinos y quien le compro su terreno que le permite aun quedarse ahí.
“Ya me dijo que hasta diciembre me puedo quedar aquí pero igual pues me gustaría contar con un techo para deperdido si llueve no mojarme”.
Afirma tener ganas de volver a trabajar en la mecánica automotriz pero está lastimado de una pierna y eso le impide caminar.
“Yo tenía muchos clientes pero mi última mujer era muy celosa no me dejaba trabajar, si me llamaban clientes se enojaban, más si eran mujeres l, ella pensaba Orta cosa”.
Explica que esa última relación terminó tan mala que ella, llamada María Aracely, ingirió cloro.
“Eso fue en septiembre, el día del Grito y desde entonces estoy solo”.





