
ES MUY DIFÍCIL, en México, en Tamaulipas ni se diga, que la violencia doméstica salga a relucir en tratándose de ciudadanos pertenecientes a la clase alta, de funcionarios de primer nivel, o de la casta dorada de los delincuentes. LOS POBRES, a esos son carne cotidiana en las páginas rojas, las páginas sociales del infeliciaje. EL ÚLTIMO GRAN ESCÁNDALO que ataba violencia, robo al erario, pedofilia y otras cosas más feas, fue en el sexenio de Manuel Cavazos, y lo protagonizó el secretario favorito, PEDRO HERNÁNDEZ CARRIZALEZ. En Matamoros, todos saben los nombres de los ex alcaldes que golpeaban a sus cónyuges legales, y tenían casas chicas, no tan chicas por cierto.
CUANDO LA VIOLENCIA familiar se da en los poderosos e influyentes, la información es vaga. Una pelea entre esposos. Un subsiguiente altercado entre padres e hijos, entre el marido y los cuñados, a veces el suegro, que sube a mayores, sólo se sabe en pláticas de café y cantinas.
LUEGO, acaso sepamos de muertes, de lesiones de por vida, huérfanos.
La violencia doméstica no perdona a nadie, e incluye al VALLE DE TEXAS. Dicen los sabios que en ese tipo de violencia no hay (necesariamente) culpables absolutos, solo desgarramiento y tristeza.
VEMOS PERFILES:Generalmente se trata del hombre que maltrata, a golpes, a la mujer. Los hijos van incluidos. Precisamente aquellos a quienes se comprometió proteger, mantener, ayudar.
LA ENCUESTA RECIENTE en USA señala que el 64% de las mujeres latinas conocen a una víctima de violencia doméstica. Además, una de cada tres es, ella misma, víctima.
En CALIFORNIA y TEXAS son numerosos los grupos, organizaciones y expertos reclutados para ayudar a las víctimas, protegerlas del abusador y permitirles seguir adelante.
Pero su labor ha sido siempre insuficiente, porque los factores que generan la violencia doméstica persisten: la pobreza, la ignorancia, el machismo. Y el hecho (alarmante) que la sociedad aún no considera el problema como propio, como gravísimo…regularmente se buscan atenuantes y justificativos. O aparece el sacerdote, el pastor evangélico, la suegra misma, pidiendo otra oportunidad para el macho.
LA VIOLENCIA DOMÉSTICA es mugre, lo peor de nosotros, y debemos aislarla, condenarla, este cáncer continuará creciendo.
EN TAMAULIPAS, como en otros estados, el tema no se toca de manera oficial. Cuando una mujer muere por una golpiza de su esposo, hay abogados y jueces que con dinero sacan al tipo de la cárcel. Cuando una mujer mata a su esposo, cansada del infierno que ha vivido, en un 99 por ciento se le juzga. De ese tamaño es el machismo.
		

