BBC.- Es un fenómeno que suele presentarse en elecciones controvertidas o con tendencias cerradas.

Cuando se acerca el día de la votación, hay electores que cambian de opinión y deciden votar por un candidato distinto al que habían elegido.

A esto se le conoce como «voto volátil», y en no pocos países ha sido un factor inesperado que cambia el rumbo de las contiendas.

En México ocurrió en las últimas tres contiendas presidenciales.

Ahora, ante la elección más grande de la historia que tendrá lugar este domingo, algunos creen que estos votantes de última hora pueden ser clave en el resultado final.

Un estudio de la empresa de opinión pública Consulta Mitofsky publicado el pasado 14 de junio es un ejemplo.

El documento señala que el 28% de los más de 89 millones de electores registrados tienen definido su voto, pero al mismo tiempo reconocen que podrían cambiar de opinión.

Las razones para hacerlo no están definidas. Algunos pueden convencerse por la propaganda negra contra algún candidato.

Otros deciden no apoyar a quien ven como perdedor y se suman a una opción más ganadora.

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