Todo el amor que la directora de Asuntos Religiosos del Gobierno de Matamoros, Zoila Bertha Rodríguez Rangel muestra a su esposo Jorge Guzmán es cierto y lo puso en práctica para evitar que perdiera su trabajo en la Oficina Fiscal del Estado.
La funcionaria municipal hizo hasta lo imposible para que Jorge, adscrito al área de licencias de manejo, no se quedará sin trabajo luego de que los vientos de cambio impuestos por la administración estatal panista acabaran con privilegios de algunos servidores de la dependencia.
Tan pronto y Mario Tomás Reyes Silva asumió la titularidad de la Oficina Fiscal ordenó recluir a Jorge en el área de toma de fotografías, con lo que se le retiro la responsabilidad de firma, de recibir la documentación de los solicitantes y sobre todo, los donativos económicos que voluntariamente aportaban para evitar realizar el examen de manejo.
El brazo ejecutor que puso a Jorge Guzmán, el esposo de Zoila Rodríguez contra la pared fue el de otro con apariencia de luchador, David Morales Velez, encargado de aplicar el reglamento y de descontar días de sueldo a los desobedientes.
Fue tal el acoso de David Morales que aun siendo trabajador sindicalizado, el esposo de Zoila, estaba obligado a llegar temprano cumplir su horario de 8 horas y recibir a cambia solamente su salario, sin otros beneficios, lo que termino fastidiando a quien desde hace una década hacía lo que quería dentro de la dependencia.
En su desesperación por que Jorge conservará su empleo, y así seguir ornamentando la imponente mansión que levantaron en el fraccionamiento Puerta Príncipe donde hasta los baños tienen granito, Zoila pidió el apoyo de su primo, el empresario priísta Jesús Roberto Rodríguez Guerra, quien cuando fue jefe de la Oficina Fiscal incluyo a su pariente político en el organigrama de la dependencia.
Tampoco las influencias de Jesús Roberto pudieron sostener a Jorge Guzman en su puesto y al final se resigno dejando de acudir a la Oficina Fiscal, causando así un descalabro familiar, que ahora lleva a Zoila, quien recio y quedito de por si se quejaba de estar mal pagada por el gobierno municipal, a vender vestidos, fajas y hasta platillos de comida preparada en las redes sociales.






