
CUIDADO, ya aparecieron los primero defraudadores que tramitan visas para trabajar en Canadá. Recibo la denuncia de parte del lector JULIO VÁZQUEZ, residente de colonia Pueblitos. Comenta que 279 personas, incluidas 10 mujeres, entregaron 100 dólares cada una, a un señor que se dice licenciado, de nombre ARNALDO MERCADO. Recibieron como comprobante una boleta de remisión, de ésas que venden en cualquier parte, y que no tiene registro de Hacienda (otro delito).
Dice JULIO que en las calles Primera y Constitución está una oficina de trámites consulares y ahí opera ARNALDO. El teléfono para atender a quienes crean esto es el 868 2 053804. A todas luces es un fraude y esperamos que las autoridades intervengan y que ya nadie vaya con sus cien dólares. LAS ÚNICAS AUTORIDADES que pueden tramitar visas para trabajar en Canadá, son, los gobiernos estatales, el Servicio Estatal de Empleo, la Secretaría de Economía, la Embajada de Canadá, ¿ok?. DICE JULIO que una abogada les explicó el pasado martes 22 que «no habrá ningún problema, porque en el caso de que no se consiga el trabajo se devolverán los 100 dólares…» (¿De veras?) Y la abogada los citó para hoy jueves, a las tres de la tarde. Esta historia, continuará.
RECIBO DE LA COLEGA ROSAMARÍA SÁNCHEZ RINCÓN un mensaje conmovedor, y que tiene que ver con las mujeres y la tragedia de cáncer. Lo comparto porque es mi mayor deseo que los hombres se concienticen. LO COMPARTO PORQUE ayer una amiga queridísima fue vencida por el cáncer: «Mujer para el sol de mañana, mujer hasta el borde del alba, mujer que te pierdo y encuentro, mujer para afuera, mujer para adentro…Mujer desafiando a los astros, mujer que camina sin rastro, mujer que me abrazas el alma, mujer que me robas la calma, y tengo tantos besos para darte todavía. MUJER, el cáncer te mutila la carne pero no el espíritu, no permitas que te lastime, te lo digo con voz baja, suave, si rompo a llorar no quiero que te pongas triste, si me doblo de dolor es porque no te he dicho todo lo que te quiero, y apenas me he dado cuenta. Que sea lo que Dios quiera.
En México cada año mueren más de tres mil 500 mujeres por cáncer de mama; es la primera causa de decesos y la segunda neoplasia más frecuente en ese grupo de población. Cada año, también, las instituciones de salud se desbordan en mil recomendaciones y llamadas de atención: «prevención es salud». Pero parece que nos cuesta mucho trabajo meternos a la dinámica de la prevención…GUADALUPE cumplió los 30 años y puso atención a consultarse. Supo que el cáncer no duele, es un asesino silencioso. En diciembre pasado se hizo los estudios de rigor. Le dijeron que regresara en un mes.
Ella no se lo dijo a nadie. Cuando regresó a los estudios iba temerosa. Le había brotado una bolita en su seno derecho que le provocaba intensos dolores…No había razón para alarmarse, le dijeron, acababa de practicarse estudios y había salido bien; le negaron la mastografía… El estudio clínico le fue casi negado al principio, «por lo temprana de su edad». UNA DOCTORA, que no pertenecía al IMSS tenía otra versión: descubrió que el cuerpo extraño estaba demasiado grande; cuando Martha lo descubrió, medía tres centímetros; el tamaño duplicó en menos de mes y medio.
En marzo le confirmaron la presencia de uno de los cánceres más agresivos en su seno derecho. La invasión era irreversible, fulminante. La intervención médica era urgente, inmediata, le advirtieron en un escrito. ESA TARDE FUE al templo y se encomendó al Espíritu Santo. Pensó en sus dos hijos, en su esposo, en la gente que la rodeaba y le quería. ESTA HISTORIA es la historia de miles y miles en todo el país. ES NOTORA la indiferencia de las instituciones, incluso de la familia. Por una mala educación, por cultura, por costumbre, por debilidad espiritual, porque vemos enfrente el drama y nos paralizamos. GUADALUPE murió el domingo, sus hijos despiertan cada día y lo primero que preguntan es si su mami regresará.
POSDATA: Terminó la angustia y comenzó el duelo, luego de cinco días apareció el cuerpo sin vida del estudiante de secundaria ANDRÉS Eduardo Miranda Martínez. El se divertía en el mar con su familia. Y de pronto, la vida y su fragilidad lo arrancaron de su dicha. En paz descanse.
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