
En Valparaíso, Chile; en Marathon, Grecia; en Berlín, Alemania, entre otras ciudades del mundo, cuando un autor local presenta un libro, hay un ordenamiento oficial del gobierno para que se permita en un estadio, dar lectura a algunas páginas. A los presentes se les brindan atenciones como: agua, café, lonches, galletas, atención médica, y sesiones para autografiar «a la criatura que nace». Un pueblo teje su prosapia en los pensamientos escritos de sus ciudadanos. TENGO UN SUEÑO: que en Matamoros, un día de éstos, el Cabildo haga algo parecido. Que comencemos una tradición dirigida a las siguientes generaciones. Autores tenemos, de novelas, poemas, ensayos históricos, antologías diversas. DON CELEDONIO Junco de la Vega es un pilar histórico. AMÉRICO Paredes, otro. LIDIA SALAZAR y Sonia MARTÍNEZ, cultas y creadores damas…Hoy debemos de estar de plácemes: el próximo 15 de mayo, en el Museo Casamata, se presentará un libro de cuentos infantiles, y a los adultos que soñamos como los niños y brincamos en los charcos después de llover. Pero estaba en el nuevo libro, se llama «IMANOL, el niño que viajó al pasado», su autor es el feliz abuelo, amigo generoso, buen poeta y dotado de gran sensibilidad para amar a la vida, me refiero a RODOLFO SIMÓN HERNÁNDEZ PIÑA, originario de Coahuila, avecindado en Matamoros desde hace más de 40 años. En el prólogo se lee. «¿Quién puede ponerle límites a la imaginación de un niño?…Este libro (155 páginas) está dedicado en lo general a todos los niños que viven la maravillosa etapa de la fantasía desbordante. No importa la edad. Y en lo particular a un niño llamado EMANUEL. Levantemos la copa de la cultura. En el altivo y heroico Matamoros son muchos los que hacen la diferencia. El obrero orgulloso de su producción. El empresario que cada día genera un empleo, o muchos empleos; el regidor que sí cumple su horario laboral, el funcionario que tiene EN LA HONESTIDAD su mayor recompensa, en los maestros y alumnos que conquistan asombro en el terreno de la ciencia, en el campesino que con amor va a su parcela, y en los escritores como RODOLFO SIMÓN.
LO LEÍ AYER: HABÍA UNA VEZ DOS PUEBLOS. En uno la gente decía siempre la verdad. En el otro la gente siempre mentía. Un día un viajero llegó a una encrucijada. Un camino conducía al pueblo donde siempre se decía la verdad. En ese pueblo encontraría comida y cobijo. El otro conducía, por supuesto, al pueblo donde todos mentían. Sabía que en ese pueblo lo apalearían, lo robarían, incluso podían llegar a matarlo. POR FORTUNA, en la encrucijada encontró a un hombre, pero el viajero no sabía de qué pueblo era: ¿De aquél en el que siempre se decía la verdad o de aquél en el siempre se mentía?… -Puedes hacerme una pregunta- dijo el hombre-. Una sola…El viajero pensó y reflexionó… y al final supo qué pregunta hacer. Señaló el camino de la izquierda y dijo: -¿Este es el camino que conduce a tu pueblo?…-Sí- respondió el hombre…El viajero asintió, le dio las gracias y echó a andar por el camino…Sabía que si se trataba de un hombre del pueblo en el que la gente siempre decía la verdad, naturalmente éste era el camino que llevaba al pueblo correcto. Y si se trataba de alguien del pueblo de los mentirosos, entonces el hombre habría mentido y también habría dicho que sí…El hombre en cuestión habría dado exactamente la misma respuesta, tanto si mentía como si decía la verdad…AL LEER LO ANTERIOR, pensé en el pleito que ahora traen por la curul MARÍA EUGENIA DE LEÓN y LÁZARA NELLY, o el lío verbal de los candidatos a dirigir el PAN, MADERO y CORDERO…Por cierto, en el cruce de Matamoros y Brownsville, si hubiera el letrero del pueblo mentiroso y el de las verdades, ¿la flecha a dónde apuntaría? Usted responda.
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