Nadie nos puede hurtar, aquello de lo que somos dueño y habita libremente en nuestro interior. M.M.
Un niño es la perfecta obra de Dios, su alegría contagiosa es la fe del presente y la esperanza del futuro, su ingenuidad es el motivo que lo inspira a seguir luchando por su destino en un mundo mejor.
A unos días de despedir Abril, esta semana, para ser precisos el día 30 celebramos el día del niño y más de alguno durante estas festividades, nos hemos divertido a la par de nuestros pequeños festejados, felices volvemos a ser niños, jugamos, cantamos y reímos, cediendo libertad al reprimido niño interior que todos llevamos dentro.
¿Nuestro niño interior? Si estimado lector, todos tenemos un niño que vive dentro de nosotros y que algunos adultos ante la importancia que damos a las preocupaciones y ocupaciones del diario vivir, lo hemos olvidado haciéndolo a un lado, marginándolo en una celda que en un momento dado construimos nosotros mismos en nuestro interior.
Para rescatarlo como bien dice Paulo Coelho: “Tenemos que escuchar (y recordar) al niño que fuimos un día y que todavía existe dentro de nosotros. Ese niño entiende de momentos mágicos. Podemos reprimir su llanto, pero no podemos acallar su voz.” Ese niño del que disfrutamos un día continúa presente, pero adormecido, tenemos que rescatarlo.
¿Cómo? siendo espontáneo, relájate, no te critiques demasiado, no te juzgues, no pierdas el tiempo en disputas, elige tus batallas, ten presente que no siempre se gana, recuerda y agradece siempre los elogios que recibas, olvida y ríete de los insultos, no te culpes si aún ignoras lo que quieres de la vida, porque te apuesto que si sabes lo que no quieres. Ámate, comparte y ríe con tus seres queridos.
Acepta algunas verdades ineludibles: los precios siempre subirán, los políticos siempre mentirán y “Tú también envejecerás”. Siembra semillas que contengan luz para evitar sombras, siembra alegrías para evitar tristezas, siembra sabiduría para combatir ignorancia, aprecia y estrecha las manos que están a tu alrededor, te aseguro que poco a poco el niño interior renacerá con la certeza de ser felices nuevamente.
Nuestro niño interior cada día nos regala una nueva emoción que no está ahí solo para ser contemplada sino para ser valorada.
Permíteme lector, compartirte una simpática reflexión adjudicada a “Mafalda”, que sin duda ayudara en el rescate de nuestro niño: “Disfruta la vida con intensidad… El mundo está loco…Definitivamente loco…Lo rico, engorda. Lo lindo, sale caro. El sol que ilumina tu rostro, arruga. Y lo realmente bueno de esta vida, despeina…Hacer el amor, despeina. Reírse a carcajadas, despeina. Viajar, volar, correr, despeina. Quitarte la ropa, despeina. Besar a la persona que amas, despeina. Jugar, Cantar, despeina. Bailar y zapatear por los goles del Barcelona, también despeina”.
Pues bien, si algún día nos encontramos estimado lector, quizás me veas un poco despeinada…Sin embargo, no dudes de que este viviendo un momento feliz en mi vida.
Todos tenemos pendientes algunas actividades de esas que “nos despeinan”. Te recomiendo que te relajes, entrégate a la vida, respeta, sobre todo dí siempre la verdad, identifica tus límites, disfruta tus comidas, besa y abraza a tus seres queridos, enamórate y vuélvete a enamorar.
Grita, baila y zapatea los goles de tu equipo favorito…y sobre todo, deja que la vida te despeine…!!!
Lo peor que puede pasar es que, sonriendo frente al espejo, te tengas que volver a peinar.
¡Feliz día del niño!. ¡Feliz día del rescate de tu niño
