Les pasa seguido que se sienten inseguras de su trabajo como madres? Saber si estamos dando el máximo o todavía tenemos más por entregar a nuestros hijos, cómo saber si el tiempo que dedicamos a estar con ellos es suficiente? Como saber si nos falta estirarles mas las orejas para que sean mas disciplinados? Ó exigirles sea demasiado para su edad? Qué mas falta?
Les damos de almorzar, comer, merendar y cenar, incluso hacemos botanas para cuando quieren un picnic improvisado, los bañamos, los vestimos y calzamos, les apoyamos en las tareas y trabajos de la escuela, los llevamos al parque, al cine, a la pizza para que se distraigan y aprendan a convivir con el resto de las personas.
Los arropamos y hacemos pillamadas con ellos con tal de pasar un rato mas con ellos; los dejamos jugar un rato videojuegos y andar descalzos en la casa a sabiendas que pueden enfermarse.
Estamos con ellos cuando se lastiman una rodilla o un codo, nos enojamos y hacemos rabietas dentro de sí, cuando por intensión o accidente los golpean, cuando llueve los dejamos jugar bajo la lluvia, hay ocasiones que no quieren comer lo que hacemos con dedicación y tiempo y estamos insiste e insiste en que se lo coman, empezamos por las buenas, luego por las no tan buenas, entra la desesperación, inventamos que les crecerá el cabello, que serán fuertes, que van a crecer y casi casi que van a volar si se comen la comida que está en el plato, todo con tal de que coman suficiente y saludable.
Y cuando se enferman nos preocupamos muchísimo, estamos al pendiente de día de que estén tranquilos y que coman mas saludable de lo normal, por las noches nos convertimos en veladoras, les estamos monitoreando la temperatura, el medicamento que no se les pase y hasta el respiro, queremos que pronto pase la enfermedad para verlos brincotear y en esos momentos de dolor para ellos, lo cambiaríamos por horas de destrozo total de la casa con tal de verlos sanos y salvos de todo mal.
Lidiar con las  malas mañas que acarrean de la escuela o amigos es trabajo pesado, que si sacaron frases no apropiadas a su edad y el clásico: “es que mi amigo o amiga también lo hace y no le dicen nada”; pues nos vale porque si algo tenemos las madres es que estamos duro y dale para quitarles esos feo modos.
Nadie nos dijo por donde empezar como madres, nace nuestro hijo y “creémos” saber como cambiar un pañal, darle el biberón o cambiarlo, pero seamos sinceras, sentimos tensión en su primer baño de solo pensar que se nos fuera a resbalar y golpear; no fue sencillo pero logramos superar esa etapa; no saber que cambiaría de color la popo y nosotras pensando que algo malo les estaba sucediendo; adivinar cuando se sentían mal, pues su única manera de expresar dolor era llorando.
Sus primeros dientes, en que momento es ideal para que aprenda a caminar, cuando es indicado quitarles el pañal y enseñarles a ir al baño es toda una odisea, habrá ocasiones en que las ganas de hacer pipi o popo les llegaron y no avisaron, a limpiar niños, calzones, zapatos y el piso, pero todo esto sin que te gane la ira y la desesperación.
Cuando por fin la edad es la indicada para ir al kinder, quieres que se detenga el tiempo porque sientes que pierdes el aliento al llegar al portón de la escuela, algunas lloramos y en otras es al revés, les lloran los pequeños; pensamos que el tiempo pasó extremadamente rápido y que no disfrutamos lo suficiente de su etapa de bebés, que pudimos haberles dado mas apapacho, los debimos cargar mas que importaba si se “embracilaban”, debimos jugar mas con esos cubos armando cosas extrañas a los que ellos siempre tenían un nombre para lo que inventaban.
A veces entre tanto trabajo y que hacer, en algunas madres nos quedará esa espinita de si vamos bien o lo hacemos mal nuestro papel; de esas veces que regañamos y que luego nos entra el remordimiento de que fuimos duras con nuestros críos, después con la cabeza fría y sin meter el corazón en el asunto pensamos que también necesitan mano dura para que entienden que hay situaciones que no son nada fáciles y no siempre van a conseguir lo que quieren a la primera, que tienen que esforzarse y hacer las cosas de mejor manera la próxima vez.
Siempre habrá ocasiones que tendremos esa extraña sensación de si estamos haciendo las cosas bien o mal; ser madre no es fácil, es el oficio mas difícil, extraño y mas duro de hacer. No hay escuela para serlo, unas lo hacemos por instinto, otras por lo que vivimos con nuestra mamá, otras por los ejemplos que tenemos de tías, primas, abuelas, amigas, conocidas, famosas y hasta por ejemplos que vemos en historias y películas. No sabíamos que al ser madre, teníamos que hacerla de bombero, doctor, atleta, inventor, secretaria, modista, estilista, costurera, decoradora, experta en manualidades, “videogamer”, ruda, porrista, chef, payaso, enfermera, carpintero, decorador, divertida, paciente, sensible, no sabíamos que podíamos convertirnos en una almohada, una silla, escaladora, caballito, todo un centro de entretenimiento.
No sabemos ni decidiremos nosotras si somos buenas o malas madres, eso lo decide el corazón de nuestros hijos cuando estén viejitos, a nosotros nos resta dar lo mejor que creamos conveniente para ellos, darles el amor a manos llenas, dedicarles tiempo de calidad y no de cantidad, los mejores recuerdos que tendrán nuestros pequeños de nosotras no será el aparato mas caro que les compremos, sino el tiempo que pasamos disfrutando ese pequeño gran detalle con ellos. Suele suceder que una caja de cartón es mas divertida que el “super videojuego 5000 RECARGADO”.
Recordemos que nosotras en algún momento de la vida, pensamos que nuestras madres fueron malas, incluso algunas se los llegamos a reprochar, pero conforme crecemos y experimentamos también ser madres, empezamos a comprender tantas cosas y situaciones que pasamos con ellas.
Por eso recordemos que hasta que sean viejitos nuestros hijos y también pasen por la grandiosa labor de ser padres, sabrán y comprenderán todo aquello que estamos dandoles hoy, todos esos regaños, cariños, exigencias y consejos; no seamos injustas y tan autocríticas con nuestra persona, porque es mas fácil estudiar la carrera mas difícil que ser madre, mejor pongamos todo lo que este a nuestro alcance por ser no la mejor madre del mundo, sino la mejor de nuestros hijos.
		




