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Iniciamos la tercera semana de clases del ciclo escolar, haciendo un recuento estás semanas han estado cargadas de sentimientos encontrados, emociones, tristeza, lagrimas, desesperación, sorpresa, ilusión, vividos tanto por los padres como por lo niños sobre todo por los que se separan para asistir por primera vez a la escuela.

la foto 1 (2)En días pasados al estar asistiendo la guardia a la hora de salida en la escuela que dirijo escuche a una madre de familia decir: -“En la mañana se me salieron las lagrimas, sentí mucha tristeza dejar a mi niña, es la primera vez que nos separamos, tenia miedo a muchas cosas: que llorara, que se sintiera sola”. -La realidad fue muy distinta; la niña entro feliz, con su manita le decía adiós a su mamá y le aventaba besos; la niña lloro…sí, a la hora de la salida porque no se quería ir, su maestra la tuvo que cargar para entregarla a su mamá con la promesa de que al otro día la volverían a traer.

 ¡Hola estimado lector! El regreso a clases siempre implica incertidumbre, miedo y estrés en los padres más que en sus hijos, terminando los padres por trasmitir estas emociones negativas a los niños. Por lo que es sumamente importante que los padres comprendan que la confianza que trasmitan en las primeras dos semanas serán decisivas durante el desempeño de todo el ciclo escolar.

Por lo tanto le sugiero platicar con ellos sobre la importancia de asistir a la escuela si son primerizos sentirán la angustia de un “supuesto abandono”, dígale a que hora y quien regresara por el (ella) para llevarlo a casa. Si los niños regresan a la escuela, plantéeles el regreso como algo positivo, platique con ellos que esperan de este año y cómo lo van a lograr juntos. Deje que expresen sus temores, dudas, intereses y expectativas, juntos busquen soluciones.

Durante las vacaciones la disciplina se relaja, rompemos reglas, hábitos alimenticios, de sueño y horarios, por lo que es necesario ajustarlos de nuevo.

Establezca nuevamente reglas y horarios (para dormirse, levantarse, hacer tareas, actividades extraescolares, jugar, ver tele) y motive que se respeten.

la foto 2 (2)Responsabilice a sus hijos de pequeñas tareas: ordenar y cuidar sus útiles escolares, arreglar su ropa, uniforme y zapatos para el día siguiente. Si usted trabaja razón de más para motivarlos a ayudar y evitar el desorden en la casa, esta comprobado que el desorden crea caos y causa problemas y tensiones familiares.

También le sugiero observar sus conductas, estas pueden indicarle si algo no va bien en la escuela, como: Llorar todos los días al entrar a ella. Verlos desmotivados y tristes cada vez que salen de la escuela. Quejarse sobre la conducta de maestros o compañeros. Orinarse cuando ya ha logrado controlar este reflejo. Pretextar dolor de cabeza, estómago, cabeza, náuseas antes de salir a la escuela. Quejarse sobre la conducta de maestros o compañeros. Presentar algún signo de violencia o golpe. Y más adelante detectar bajas calificaciones sin motivo aparente.

 Con el fin de ayudar y orientar a sus hijos es muy importante platicar y escucharlos, estar alertas ante el temido bulling, dar credibilidad a sus comentarios y actuar ante cambios de conducta inesperados. Denunciar ante la dirección y maestros cualquier hecho de violencia.

No olvide el fin de semana felicitarlos y estimularlos ante los éxitos obtenidos (permítales escoger su cena o película favorita o hacer algo de su agrado por más tiempo) y también ayúdeles a analizar sus fracasos y errores para que aprendan de ellos.

 Hoy la educación básica comprende doce años, la educación media tres y la superior mínimo cuatro años, por lo que estamos hablando de que sus amados hijos estarán alrededor de diecinueve años dentro de las aulas escolares, por lo tanto hagamos que esta experiencia sea la etapa más hermosa, saludable y placentera de su vida. ¡Feliz día!

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