marianacornejoburbuja

 

Cuántas veces hemos estado en una situación incomoda, difícil o desesperante con nuestros hijos, donde los estamos regañando o ellos están fuera de control? Y para acabarla tenemos como público a nuestros parientes, entiendase por cuñadas, tíos, suegros, primos, hermanos, padres, en fin la familia completa.

D:ÑDCIMÑ101MEDIAÑIMG_0001.JPGAlgunos son prudentes y se mantienen al margen, solo observan y callan, otros apoyan nuestra postura frente a la situación que tienen con tus hijos; pero hay otros que observan, critican, opinan y te dejan muy mal frente al resto de los presentes; son estas personas que se creen perfectas, que sus hijos son excelentes personas y que jamás cometieron errores con ellos durante su niñez, la mayoría de las veces suelen ser las personas con edad avanzada, sabiendo que nosotras conocemos la mayor parte de su historia, las experiencias de su vida y la de sus hijos.

Empiezan con sus sermones clásicos: “en mis tiempos, mi madre no tenía televisión, videojuegos, cosas electrónicas; es mas no tenía ni plancha, microondas, estufa, cocinaba en leña o donde podía, en la casa y en todo lugar no había aire acondicionado, no teníamos carro, caminábamos kilómetros para llegar a la escuela, se las arreglaba sola sin ayuda de nadie, jamás le pidió ayuda a su mamá y eso que eramos 11 hijos, y todos los tuvo de manera natural, nada de eso de cesárea y esas cosas, nos tuvo en la casa y con ayuda de una señora …” Y la mas impactante que dicen algunas personas: “…mi mamá se conformaba con lo que mi papá le daba…”, “…Yo jamás le anduve que estar pidiendo o recordando a mi marido lo que faltaba en casa o a mis hijos…”.

Primero que nada, las madres jóvenes no tenemos la culpa de haber nacido en tiempos diferentes; es lamentable que recurran a este tipo de sermones para “aconsejarnos” (si a esto se le puede llamar consejo); ahora aclaremos el punto, las abuelas que vivieron en esa época, leanle bien, estamos orgullosas de ustedes, de todo lo que hicieron para salir adelante, eso es valioso para nosotras, que bueno que se sientan orgullosas de haber superado cada obstáculo de la maternidad sin la tecnología y comodidades que hay hoy para nosotras. Lavar en tallador, cocinar en leña, caminar kilómetros para llegar a algún lugar de la mano de sus hijos, entretener a sus críos durante horas sin televisión, videojuegos, tabletas electrónicas, juguetes costosos, llamativos o de moda, levantarse temprano para moler el maíz y hacer las tortillas que comerán durante el día, sin mencionar que recoger, limpiar, tejer, bordar o cocer, educar a mas de 9, 10, hasta 13 hijos (porque si las hay y las hubo) es de reconocer todo el esfuerzo físico, mental pero sobretodo de no abandonar el barco jamás; aún no sabemos de que material están hechas esas madres de antaño. Algunas eligieron bien y el marido que les tocó las apoyó, las amó y las cuidó, maridos que jamás las maltrataron física o psicológicamente, historias de amor y matrimonios que dan ganas que estén repitiendonos una y otra vez, que como muchas familias hubo problemas de dinero o malentendidos pero nada que no se resolviera hablando, de esos matrimonios que antes si se rompía algo, lo arreglaban no lo desechaban.
Lamentamos los casos de abuelas que sufrieron en sus matrimonios y que aun así siguieron fieles y firmes hasta el fin, que soportaron el maltrato por parte de sus esposos, de sus hijos, incluso de sus familiares, y no alzaron la voz pidiendo auxilio, no hablaron del dolor que sentían; solo siguieron ahí, con la esperanza de que algún día cambiaría su situación. Y en cualquiera de los dos casos, no les da derecho de criticar a nosotras las madres “modernas” de como hacemos nuestro trabajo.

En este espacio, no se pretende criticar, ofender o crucificar a nadie, solo se incita a la reflexión a todas las personas que alguna vez han pasado por este tipo de situaciones; si quisieran ayudar, aportar algo positivo, aconsejar a una madre sea familiar o no, criticar y ofender  su método de educar a sus hijos no es la mejor manera  de aconsejar, nadie aprende a la mala y lo que es aún peor la perderán y seguirá haciendo lo mismo o no hará nada al respecto con su situación.

Haber nacido en estos tiempos, donde tenemos la tecnología a nuestro favor, donde se nos ha facilitado la manera de educar a los niños, de cumplir con nuestras responsabilidades y obligaciones en la casa y en el matrimonio, donde si existe agresión sabemos que tenemos el apoyo no solo de nuestra familia sino también de las autoridades  correspondientes y que nadie tiene el derecho a juzgarnos en cualquier decisión que tomemos.

abrazo-madre-e-hijosSi, tenemos todo para ser unas grandes madres, esposas e hijas, pero lo único diferente de su época y la nuestra es la tecnología, porque muchas madres siguieron repitiendo patrones al educar a sus hijos como en aquellos tiempos, donde les enseñaron a sus criaturas que las mujeres solo son para tener hijos y estar en casa, otras educaron hijos machistas como sus padres, golpeadores, manipuladores, infieles doble moral y así podemos seguir enumerando muchísimos perfiles. Pero también muchas otras madres, quisieron romper con ese tipo de educación, madres que mas que evolucionar quisieron que sus hijos fueran mejores personas y grandes padres y madres de bien, que respetaran y valoraran a sus parejas, personas que entendieran que el trabajo en casa no solo es de la mujer, y que en momentos de crisis familiar o financiera, se arregla escuchando, hablando y analizando la manera de pensar de ambas partes.

Aceptamos que hay ocasiones que no le damos buen uso a nuestra gran herramienta, que nuestros hijos se sumergen en los videojuegos y eso no esta bien, que les dejamos pasar cosas que no deberíamos, pero señoras, como ustedes, nosotras también somos madres que estamos aprendiendo sobre la marcha, y que un consejo bien intencionado puede mas que una crítica, saber experiencias de viva voz puede mas que un “mi hijo jamás me hacía esos berrinches”, para que se entienda: hablenos por la buena, que se entienda que nos quieren aconsejar, ayudar y no que nos quieren dejar en mal frente a los demás.

Tenemos derecho a cometer errores, pero con su gran sabiduría, su camino recorrido como madres y su buena intención pueden ser mas aciertos que equivocaciones.

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