El día de mañana veremos un sin número de publicaciones en las redes sociales, periódicos locales y tabloides nacionales sobre lo sucedido en Tlatelolco siendo este un recordatorio de que las actuales generaciones no han olvidado la fecha que cambió el panorama político y social de la nación. Los propósitos que inspiraron el l ‘movimiento del 68’ eran sensatos, y aunque no lograron que el gobierno «dialogará», si transformaron al país. Eran jóvenes y maestros intelectuales de la UNAM y el Politécnico que se levantaban contra la represión, la crisis económica y el autoritarismo de los consejos gubernamentales y el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz bajo un cúmulo de ideas pacifismo, socialismo democrático, comunismo, antifascismo y antiautoritarismo. No existen palabras ni escritas, ni habladas que puedan describir; incluso las imágenes no pueden relatar a evidente evento lo sucedido. Sangre, ropa interior, casquillo, desesperación, gritos, llantos, miedos guardados como testigos mudos entre los edificios de «Chihuahua», «2 de Abril», «15 de Septiembre», «I.S.S.S.T.E. 11», «Revolución de 1910» y la Iglesia de Santiago. La lluvia que cayó aquella noche sobre la Plaza de las Tres Culturas, se llevó consigo la palpitante vida de los idealistas seguidores de las posiciones reformistas políticas de Eduard Bernstein, de socialismo autogestionario y de Carlos Marx. Aún se desconoce la cifra exacta de los muertos y heridos. El gobierno mexicano manifestó en 1968 que fueron sólo 20 muertos, tres años más tarde, la escritora Elena Poniatowska, en su libro La noche de Tlatelolco publicó la entrevista de una madre que buscó entre los cadáveres a su hijo y reveló que por lo menos había contado 65 cadáveres en un solo lugar. El periodista inglés John Rodda, en sus investigaciones independientes, en los que entrevistó sobrevivientes y testigos de los sucesos en los hospitales calculó que el saldo fue de 325. Años más tarde, en una segunda investigación, el número se rebajaría a 250. Sin embargo la BBC de Londres, en una acotación hecha en el 2005 al despacho informativo original del 2 de Oct. de 1968, y luego de conocerse las implicaciones de la CIA en los hechos, sostiene que el número de víctimas oscila entre 200 y 300, y que los cuerpos rápidamente fueron retirados en camiones de transporte de basura. Rebelión es lo que se buscaba y libertad lo que aún hoy en el 2014 no se consigue, más aún si hoy en día México tenemos una mayor autonomía y una democracia parcial mente transparente se debe, entre otras cosas, a esas grandes marchas de protesta que organizaron los estudiantes como resultado del producto de las luchas de corte popular. Tapemos nuestras bocas, nuestros ojos y nuestros oídos y escuchemos el palpitar de nuestro corazón mexicano bombeando los credos que nos ayuden a redimir con coraje e intelecto el yugo gubernamental que nos asfixia, sintamos en las entrañas el coraje que impulsa a buscar una autonomía concreta y dejemos de resignarnos con falsas quimeras y reformas utópicas de bienestar de una patria cada vez más hundida, seamos los propios luchadores de nuestra vida diaria en la guerrilla constante de una mejor nación.





