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En 1969 se publicó en México una compilación de artículos periodísticos escritos entre 1957 y 1959, de GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ. En España, Colombia y Argentina, el libro «Cuando era feliz e indocumentado» ya llevaba dos años circulando, y en varias escuelas de periodismo era texto indispensable en programas.

En 1976, el profesor RODOLFO MUÑOZ, nos lo impuso como lectura obligatoria con esta sentencia: «los tamaulipecos debemos leer esta obra, somos fronterizos, y no debemos olvidar las truculencias que vivimos cada vez que intentamos irnos a USA, legales o ilegales». Bueno, no dijo truculencias, sino la ching…que vivimos, pero como son días santos, lo dejamos en truculencias. Recuerdo que formamos círculos de lectura. En la frescura e inocencia de nuestros 14 años el mundo no tenía límite y lo menos que soñábamos era con llegar a donde nacía el arcoiris, y como queríamos mucho al profe RODOLFO, inventamos una obra de teatro, lecturas públicas en cada salón, un poema del indocumentado (todos teníamos un pariente «del-otro-lado»), y a SALVADOR BARRERA que se le daba bien el dibujo, pintó a un papá con su hijo menor, cargado en hombros, a mitad del río. Tal fue el entusiasmo por leer al colombiano.

Alguien del grupo, no recuerdo si fue PATY MEJÍA o GUADALUPE RAYA, trajo una edición de Cien Años de Soledad. Pero ahí topamos en pared. Leíamos pero no entendíamos toda la belleza que ahí estaba. ¿Macondo existe?, preguntamos al ticher de Geografía? No entendíamos de guerras, de magos, de por qué había tantos Aurelianos, y de generales gloriosos con puras batallas perdidas. Terminó el año escolar y el profe RODOLFO se fue a Monterrey.

CUANDO ERA FELIZ  e indocumentado empieza así: «El año internacional de 1957 no empezó el primero de enero, empezó el miércoles 9, a las seis de la tarde, en Londres. A esa hora, el primer ministro británico, el niño prodigio de la política internacional, Sir Anthony Eden, el hombre mejor vestido del mundo, abrió la puerta del 10, Downing Street, su residencia oficial y fue esa la última vez que la abrió en su calidad de primer ministro. Vestido con su abrigo negro con cuello de peluche, llevando en la mano el cubilete de las ocasiones solemnes, Sir Anthony Eden acababa de asistir a un tempestuoso consejo de gobierno, el último de su mandato, el último de su carrera política. Aquella tarde, en menos de dos horas, Sir Anthony Eden hizo la mayoría de cosas definitivas que un hombre de su importancia, de su estatura, de su educación, puede permitirse en dos horas: rompió con los ministros, visitó a la reina Isabel por última vez, presentó su renuncia, arregló sus maletas, desocupó la casa y se retiró a la vida privada.»… Así, así comienza el reportaje de GABRIEL, Gabo para sus amigos y sus lectores.

Y así empezó para un grupo de chavos de 15 años el culto a la prosa que era casi poética…Y LO RELACIONO ahora, por la partida del escritor, y por el descubrimiento de la agrupación Asamblea Popular de Familias Migrantes, organización con sede en el D.F. que preside MARCO CASTILLO. Por ahora son 120 mujeres buscando «visa humanitaria». Tienen, en promedio, 12 años sin reunirse con un familiar migrante. Son 6.6 millones de mexicanos sin papeles en USA, y cada uno tiene al menos tres familiares en México, es un drama grande como el mar. RELATA JOVITA REMEDIOS, 73 años, que la última vez que intentó sacar visa fue en 2012, en el consulado de Matamoros «porque un compadre le dijo que ahí era más fácil». LOS OFICIALES le dijeron no; ella dijo la verdad: quiero ver a mis dos hijos, a mis nietos, sé que están en Carolina, los oficiales dijeron «regrese en seis meses.» ¿Y el dineral que había gastado? ¿Acaso los gringos no repiten que uno diga la verdad? Jovita se remitió a su asunto, no quiere morirse sin ver a sus familiares. Y ASÍ, por ese rumbo infeliz van todos los testimonios. MARÍA LEONOR APONTE pagó cinco mil dólares a una abogada que le aseguró la visa. El final fue que ni tuvo visa, y la abogada no responde a las llamadas…EL CÓNSUL GENERAL de la embajada de USA, SEAN MURPHY dijo en 2010, cuando se inauguró el servicio «centros de servicios al solicitante de visas» (CAS) que una de cada cuatro visas son negadas. Y desde entonces no sabemos nada.

Por ejemplo ¿cuánto dinero gana el gobierno de USA por entrevistar a solicitantes? ¿Por qué, si somos buenos vecinos, no se permite al menos que al pagar, se tengan tres oportunidades? NO HAY DATOS, sólo silencios, indica VERÓNICA MONTES DE OCA, académica de la UNAM, especializada en historias etnográficas de padres que buscan a sus hijos que se fueron al Norte. O mujeres buscando a sus hombres. Son decenas de miles de casos, los gobiernos de México y USA, al parecer, no les preocupa este éxodo con sabor a llanto permanente. En Tamaulipas, todos tenemos alguna historia similar. Vivimos con el corazón pintado de suspiros.

 

archivillegas@hotmail.com

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