De una manera alarmante y silenciosa Matamoros se esta tupiendo más que nunca de «jornaleros de las esquinas». Sabíamos que las principales arterías de la ciudad se veían atiborradas con estas insignificantes mafias de jóvenes sin profesión dedicados a vender y limpiar cual vehículo se cruzara en su camino. Sin embargo, ya no es únicamente el hecho de fregar tu parabrisas, si no que también lo hacen con tu economía y lo que es peor aún con tu seguridad. Es garrafal el puñado de individuos que se acercan a tu auto en cada vía, desde mujeres con cara de el más infinito sufrimiento cargando a un pequeño dopado acompañadas con una receta del Seguro Popular en mano hasta hombres que tras de un «Dios la Bendiga» te apuñalan con la mirada, te observan con morbo y conceden una obscenidad disfrazada de aparente agradecimiento. Gente que introduce manos, ojos y maldad a tu tablero con una flor y la petición de una moneda para «hacer la cruz». Si, tal vez pueda sonar como algo excesivo, exagerado o indiferente pero estamos manteniendo a infructuosos de la sociedad, a agresores nuestros bienes y lo que es peor a potenciales criminales de los que las autoridades no tienen (ni han tenido, ni tendrán) control.
Comunidad matamorence, tengamos cuidado de las calles por las que transitamos, por la que transitan nuestros hijos e hijas; no dejen sus bolsos a la vista de estos malhechores, no abran sus monederos a la faz de estos, no alimentemos el monstruo de la desvergüenza y la haraganería. Alcemos la voz y pidamos a la jefatura del gobierno municipal que se encargue de cuidar y mantener los pasajes con el mínimo de riesgo, que ya es inmenso el que corremos vigilando los peligros de los delitos aún peores, y si no nos escuchan busquemos nosotros mismos la solución a este inconveniente que nos escruta en cada semáforo e iniciemos a instaurar la solución de «un Matamoros sin operadores de avenidas».





