Mejor cría pollos…

Levantarse temprano para preparar desayunos para los niños, alistar y revisar a cada uno para saber que van completos a la escuela, subirlos al coche, aconsejarlos, amenazarlos, regañarlos, bendecirlos y mostrarles cariño en una sola oración es cosa solo de una madre, a poco no?: “Echale ganas a la escuela, mas te vale no salirte del salón porque no sabes como te va a ir cuando salgas, Dios te bendiga te amoooo…”

Debemos reconocerlo, las mamás somos super poderosas (pero nos hacemos mensas), solo nosotras sabemos y sentimos esto, vamos a explicarlo mejor; lavamos, secamos y acomodamos ropa en un santiamén y mientras hacemos eso, ya hicimos de comer, le dimos de comer al perro, ayudamos a nuestros hijos con la tarea, repasamos la tabla del 8, surtimos el gas y terminábamos de ver nuestra serie favorita (porque las mamis de hoy, somos de series, ya quedó atrás la telenovela).

Mamis hermosas, tenemos que aceptarlo, no todo es color de rosa, hay momentos en los que quisiéremos colgar a nuestros hijos en un clavito y no moverlos un buen rato, pues seamos honestas, algunas trajimos al mundo a unos niños super ultra hiper activos, niños que no comprendemos como es que en un cuerpo tan pequeñito, puede caberle tanta energía; a ellos todo se les ocurre, todo hacen, incluso todo destruyen; y lo peor de la situación es cuando no estamos en casa, sino de visita, ya no sabemos que hacer para controlarlos por un rato en lo que regresamos a casa. Situaciones que pasan en super mercados y centros comerciales, donde nos piden algo y no se los queremos comprar, no porque no tengamos o no podamos, sino porque sabemos lo que pasará, sólo por unos minutos, escasos minutos le pondrán atención al juguete o cosa que agarraron y después se van a deshacer de el, o lo que es mas común en los hijos, lo pierdan en su primera distracción, pero que al no comprarselo, al no cumplir su capricho, se ofenden, reclaman y echan en cara porqué no me lo compraste? Eres una mala mamá!, A mis amigos les compran todo, pero ya no te voy a querer, eres mala conmigo; en fin, somos lo peor.

Y no falta alguna fémina soltera sin hijos (pariente o no) que a su manera muy particular diga: “yo por eso no tengo hijos,  para no andar batallando”, “ay no, que ganas de andar así, pasando vergüenza frente a la gente” y la peor de todas: “mejor cría pollos, al menos no son mal agradecidos y cuando crezcan los haces caldo y te los comes…”. Fuerte no?

Si, hay muchas, no una, muchas ocasiones en las que nos sentimos sin salida, en las que queremos colgar del poste mas alto a nuestros hijos por la travesura o la vergüenza que nos ocasionó; que crecerán y nos darán fuertes dolores de cabeza, preocupaciones y esperemos que no, pero malos ratos también, pues sí así será; pero no va a venir una mujer, que no sabe lo que es un dolor de parto, no va a venir una mujer cobarde (porque esa es la palabra correcta), que tiene miedo a apostarle a la vida, que tiene miedo de equivocarse, de caer e inmediatamente levantarse, que tiene pavor de educar a un ser que lleva tu sangre y salió de sí misma, temor de amar incondicionalmente, de sacrificar, de perder y ganar al mismo tiempo, miedo a divertirse, soñar y disfrutar de las cosas simples, miedo de no perder sino de cambiar su vida por la de alguien mas.

A ti, que no eres madre, que crees que es mejor criar pollos, esto es para ti:
Cállate por favor; ya le preguntaste a tu madre cuantas noches estuvo velando tu sueño por un simple resfriado?, ya le preguntaste las veces que curó tus rodillas con un beso?, las muchas ocasiones que te hizo “avioncito” solo para que comieras tus verduras y  crecieras sanamente?, ya te explicó porqué es tan sentimental?, porqué está cansada?, porque te besa cada día con mas ganas?, porqué llora y sufre tus fracazos?, Porqué se volvía loca ideando tu vestuario de primavera para verte bailar escasos 3 minutos?, Porqué se puso feliz cuando lograste andar en bici sin rueditas?, Porqué te gritó y te regañó tantas veces para que la obedecieras? Porqué era tan intensa a la hora de educarte?, porqué se alegra cuando sueltas tu celular y le dedicas tiempo?, porqué, cuándo y dónde se volvió tan sabia?, En fin, porqué por todo?
No? Aún no?, Bueno pues, la respuesta a todas esas cuestiones, es porque ella te dio la vida, y vio en ti lo que no encontró en nadie, ni siquiera en una mascota, sí, en ti vio su vocación de maestra, de mentor, encontró tanto amor por entregar, porque por ti se convirtió en mejor persona, en alguien que nunca supo que sería. Cambia tu pensamiento, porque todo lo que tu madre hizo por ti, no habrá valido la pena, porque si para ti es perder tu valioso tiempo en los hijos, tú le hiciste perder mucho tiempo a tu mamá educandote para que ahora pienses así. Mejor reconoce que no eres capaz, no tienes los ovarios suficientes para traer una criatura al mundo y dar todo incluso hasta lo que no se tiene por hacer de ese pequeño ser un ser humano sano, integro, con valores, no eres capaz de educar, no eres capaz de equivocarte y corregir, de sacrificar, de ser mejor persona no para ti, para él, no eres capaz de hacerlo feliz, no tienes esa capacidad de amar mas  allá del amor propio.

Estimados lectores, en este espacio se busca crear conciencia pero sobre todo que se valore la dedicación de una mamá hacia sus crías, unas mas que otras, pero todas merecedoras de admiración y respeto; dejan toooodo por los hijos y tener esa mentalidad estúpida de que es “mejor criar pollos” que es mejor no tener hijos, que es mejor llegar a casa, sin nadie que te haga ruido, sin nadie quien te diga que eres la mejor, nadie quien te llore, quien te abrace con tanto amor, amor auténtico de ese que es incondicional y sincero, que es mejor andar sola que mal acompañada; no, muchas mamis coincidimos con que no es así, porque habrá ocasiones en que no sabremos que hacer, que decir, como andar con nuestros hijos, pero siempre lo haremos, podremos y lucharemos por ellos.

Usted no es madre, tener un recién nacido en los brazos no sabe lo que significa,  oler su cabecita y saber que su única misión en el mundo es protegerla…
Parte del diálogo de un capítulo de la serie Grey’s Anatomy