Si, esto va directo para todas aquellas personas que se sienten con la autoridad de corregir, de criticar, de mandar y exponer a nuestros hijos.
Estamos en alguna reunión con nuestros niños, y mientras nosotras platicamos y pasamos un rato agradable, nuestros pequeños juegan con el resto de los niños en algún espacio que encontraron; pero somos madres y estamos en todo, así que estamos con un oído en la platica y un ojo en el chamaco.
Nosotras mejor que nadie conocemos a nuestros hijos, sabemos lo que tenemos en casa; si nuestros hijos son cariñosos, sonrientes, dedicados en la escuela, traviesos pero no de los que hacen maldades, distraídos, introvertidos, desastrosos, golpeadores, burlones, en fin hay muchas etiquetas que pueden tener nuestros hijos. Pero también hay que ser realistas, cuando los niños se juntan con los demás, algunos llegan a transformarse, algunos adoptan actitudes de los niños con los que juegan en ese momento, y la situación en ocasiones se vuelve tensa cuando llegan a pelear entre ellos o cuando sin querer rompen algo.
Es aquí donde entras tú, sí, la que no es madre de nuestros hijos, la que mete su cuchara para decirle a nuestros hijos que hizo mal, o peor aún, para sentirte con todo el derecho de venir a decirnos como hacer nuestro trabajo, de como debemos educar a nuestros hijos.
Y empiezas con tus frases de: “que niño tan feo”, “donde está la mamá de este niñito que esta peleando”, “que muchachita mal educada”, “mira no sabe comportarse como la gente”, “que fastidiosos son esos chamaquitos”, “mira la mamá sentadota y sus hijos haciendo un desorden”, “ese niño tan violento, deberían ponerle mas atención”, “controlen a esos niños por Dios!”.
Pero cuando es lo contrario, cuando nosotras andamos detrás de nuestros hijos, cuidandolos que no hagan o destruyan  algo, también no te quedas callada, y nos vuelven a llover comentarios de tu parte, tú que no eres madre de nuestros hijos: “mirala, pobres niños no los deja ser”, “ya déjalos jugar, a eso vienen y tu detrás de ellos”, “no le pasó nada, no seas exagerada”, “pobres niños, mira como los trata, que barbara”.
Total que nunca estas conforme, tú que eres inexperta, que no tienes hijos, que no sabes lo que es mantenerlos ocupados durante todo un día, todos los días, tú que no sabes lo que es educar y formar su carácter, lidiar con su mal genio e imponerte y poner orden, tú que piensas que nosotras sus madres solo nos dedicamos a darles de comer y mantener la casa limpia, tú que no tienes ni la menor idea de lo que es enfrentarse a nuevas “mañas” que traen de la escuela y nos ponemos a trabajar para quitarselas; tú que no tienes claro que venimos al mundo sin un manual de como educar y te crees experta en el tema, y te sientes con derecho de criticar nuestro trabajo, nuestra manera de educar a nuestros hijos, tú que te crees con la capacidad de educar mejor a nuestros hijos, te invitamos a que antes de hablar mal de nuestra manera de convivir y educar a nuestros críos, tengas los tuyo, duerme con ellos, despierta con ellos, pasa el día entero con ellos todos los días, abarca todas sus necesidades, incluyendo educación básica, formación de valores, diversión, atención, sentimientos, sin descuidar tu casa, tu marido, tu familia, el resto del mundo y tú, sí tú al final; cuando seas capas de hacer todo esto y mas, de cubrir al 100% todo esto y mas, vienes y platicamos, pero aún así no te sientas ni tendrás derecho de criticar ni a nuestros hijos ni nuestro trabajo.
Esto también es para ti, la que debería de entendernos porque eres mamá como nosotras, la que sabe de lo que se habla en este espacio y aún así nos críticas y pones en tela de juicio nuestra labor; eso no es justo, tú que sabes por todo lo pasamos, que también tienes que lidiar no solo con los niños sino con el resto de las actividades diarias.
Hay otras personas que tampoco son madres de nuestros hijos y aquí entras tú, en esas personas que son de otro nivel, porque para ellas no es suficiente hablar de nuestro desempeño como madres ni de la forma de ser de nuestros pequeños; ellas se sienten con el derecho de reprenderlos como si fueran suyos y en la mayoría de las ocasiones lo hacen de muy mala manera, dejando en mal a nuestros críos y a nosotras. Esto es infame, inaceptable.
Debemos de entender que todos los niños son diferentes, así que su manera de educar también lo es y mas porque llevamos de referencia la forma en que nosotras fuimos educadas por nuestros padres; son muchos factores los que influyen en esto y por lo mismo cada niño reacciona y actúa de manera distinta a lo que nosotras les inculcamos.
Por lo mismo hay que recalcar que nadie, absolutamente nadie tiene derecho a criticar la forma de ser de nuestros hijos y mucho menos la educación que nosotros les damos.
Mejor demosle la vuelta a este tema y tú que no eres madre de nuestros hijos, si lo que vez en ellos no te gusta, no lo crees apropiado para su edad, si tan solo alcanzas a mirar algo fuera de lo normal en nuestros hijos que nosotras no percibimos por estar en otro mundo, puedes acercarte a nosotras, de manera inteligente y cordial, exponernos el caso, muestranos de manera amable el pequeño gran detalle que puede hacer la diferencia en la educación de nuestros hijos; solo si lo que buscas es mejorar, apoyar y ayudar a nuestros hijos, por el gran cariño a nosotras.
Pero no vengas de una forma altanera y de “Super Mamá” a decirnos como hacer nuestro trabajo, de sentirte con derecho de llamarle la atención o peor aún que hables a nuestras espaldas de la actuación que tienen nuestros hijos y como reaccionamos nosotras; esa aquí y en China, no es la manera de solucionar y cambiar la actitud de los pequeños y de nosotras.
Hablando se entiende la gente, pero solo si hablamos de frente, de una manera amable y sobretodo que se entienda que quieren ayudar a los niños y aportar consejos al trabajo de nosotras como madres para que sea mas llevadero; no somos perfectas, quisiéramos serlo en todo, pero antes de ser madres somos humanos y como tal cometeremos errores.
Entiendan ustedes que no son madres de nuestros hijos, si realmente quieren que los niños sean mejores, su crítica no nos ayuda, entrometerse de mala manera solo nos molesta y seguramente nos aleje de ustedes, mejor sean amables y respetuosas al querernos exponer su opinión, pero sobretodo entiendan: hacemos lo mejor para que nuestros hijos sean personas de bien.
		




