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Ya estamos en diciembre, tiempo de posadas, algunas muy tradicionales, donde se reza elYY rosario, se arrodilla frente al pesebre, se le canta a los peregrinos, posteriormente salimos al patio y con velitas encendidas en mano, empezamos a cantar pidiendo posada, mientras que adentro de la casa nos contestan con mas cantos, al final nos abren las puertas, se apagan las velas y pasamos a darle con toda la energía acumulada a la piñata, cantando en coro todos juntos “dale, dale”, en fin, para algunos son costumbres que no tienen sentido alguno, para otros son tradiciones que vienen de generaciones atrás heredadas por nuestros abuelas que queremos conservar y enseñar a nuestros hijos. Hay otras posadas mas “modernas, actualizadas o remasterizadas”, donde se resumen en una sola cena la noche del 24 de diciembre o mejor conocida como “noche buena”, donde se preparan los alimentos, se reúne toda la familia en la mesa, cenan y después sigue la música y esperar la hora para abrir los regalos que con anticipación nuestros hijos pidieron por medio de una carta al famoso señor regordete con traje rojo llamado “Santa”.

175162-ninaY es ahí donde nos detenemos a analizar el tema de esta semana; como los tiempos han cambiado y bastante, a la hora de que nuestros hijos se sientan a escribirle a Santa, los vemos escribir, escribir y escribir, empezamos a temblar: “pues que estarán pidiendo?, Qué tanto escriben que no terminan?”.  Qué les puede faltar a nuestros hijos que no tengan, que pueden desear que con trabajo y esfuerzo, nosotros no les demos con facilidad?.
Los niños de ahora, ya no se conformar con un balero, un trompo, un par de carritos, una muñeca o un  juego de té, ahora los niños quieren un celular carísimo de marca reconocida, una consola de videojuegos, esa que esta muy de moda con los discos incluídos o  no falta la criatura que quiere una tableta electrónica mas inteligente que toda la familia junta, cosas que seamos sinceros no son aparatos que sean aptos para su edad.

Dejemos algo muy claro, en este espacio no estamos en contra de que los niños, nuestros hijos aprendan, conozcan y utilicen estos aparatos que hacen nuestra vida mas sencilla, lo que queremos es establecer que hay edades para utilizarlos, y seamos realistas, nosotros cuando eramos chicos vivimos sin celulares, sin tabletas, sin videojuegos, y eramos inmensamente felices con una pelota, una muñeca, unos patines, una avalancha, camioncitos y carritos de montón, nos encantaba hacernos los dormidos la noche del 24 del último mes del año, para que nuestros padres después de media noche nos dejaran abrir los regalos que el Santa barrigón nos había traído de la fábrica del polo norte, qué tiempos no?.

Ahora nuestros hijos son tan desesperados que no se esperan siquiera a que den las 12 de la noche para abrir sus presentes, mucho menos esperan al día siguiente despertar y correr al árbol a ver que hay debajo de él. Volviendo al tema, siempre habrá artefactos de moda y nuestros hijos cosa que vean van a querer, pero está en nosotros establecer que es ideal para su edad, incluso en las envolturas de los juguetes y aparatos electrónicos, hacen notoria a partir de qué edad pueden ser utilizados los productos; pero en muchas ocasiones somos nosotros que como padres queremos que nuestros hijos posean, muchas de las veces es porque cuando eramos chicos deseamos y nos quedamos con las ganas de tener, otros porque quieren presumir ante los demás de los costosos regalos que hicieron a sus hijos.

A la hora de hacer la carta a Santa, aconsejemos a nuestros hijos, tengamos dinero o no para comprar los regalos que le piden al gordo barbón, hagamos entender a nuestros críos que no tienen edad para una table, por mucho que digan que hay videojuegos apropiados a su edad para jugar en ella, que la cuidarán, que se portarán mejor que antes, eso no importa, no tienen la edad para poseerla; ademas luego hemos escuchado y visto a muchos otros padres que ya le compraron estos aparatos a sus hijos, quejandose de que no se despegan del juego, que no sueltan la tableta o el celular ni un momento,  que se lo llevan hasta para ir al baño, que no salen a jugar con el resto de los niños, que no conviven con la gente, que son introvertidos, que no les gusta socializar, completamente antisociales, pero de quien es la culpa? pues de nosotros, porque esta en nosotros guiarlos en todo momento y en toda acción, ellos son pequeños y se dejan manipular fácilmente, pero está en nosotros irlos adaptando a la tecnología conforme a su edad.

No nos dejemos deslumbrar por lo que los demás les compran a sus hijos, nosotros somos responsables de su niñez y somos privilegiados de formar una persona diferente, auténtica, pero sobretodo que viva conforme a su edad.

Querido Santa, este año me porté muy bien, y para esta Navidad quiero lo  siguiente:
A toda persona que esté leyendo esta columna, la llenes de amor, salud y mucha paz.

Con cariño tu niña Mariana

P.D. Te dejé galletas y leche tibia bajo el árbol, ah! Y una zanahoria para Rodolfo.

 

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