Y cuando ya no queda una pizca de amor, cuando las pláticas que tenían con su pareja fueron cambiadas por discusiones, cuando lo mejor es ya no dirigirse la palabra, cuando lo único bueno, importante y en común que tienen y les queda son los hijos, no hay otra mas que dar por terminada la relación.
Y es que en la columna anterior nos adentramos un poco en la manera que tienen de ver y analizar los hijos nuestros problemas, obviamente mucho muy diferente a como lo vivimos y lo pasamos los adultos.
Tomar la decisión definitiva, la que cambiará todo nuestro mundo y el de los hijos es muy complicado, pero tomar la iniciativa está difícil, tomamos en cuenta muchas cosas, qué tan serio es el problema, si ya de plano no tiene solución, la manera o el tonito en el que fluyen las palabras entre la pareja, el distanciamiento, la falta de sexo, el paso del tiempo, problemas sin resolver, palabras sin decir en el momento preciso, la ausencia absoluta de te amo y te quiero, agreguemos dinero y las familias de ambos; en fin, muchas situaciones por masticar pero de que ya no hay otra oportunidad ya no la hay. Deciden dar por terminado el matrimonio, no importa si fue de común acuerdo o uno de los dos acaba con la relación; y ahora qué sigue?
Pues hablar con los hijos, aunque muchos piensan que no es relevante, es importantísimo sentarse papá y mamá con sus crías y explicar lo que está por suceder; no tiene que ser toooda una ceremonia, ni mucho menos dar detalles innecesarios que puedan dañar a los hijos el resto de su vida, suficiente dolor será enterarse de la separación como para darles demasiada información, sicólogos expertos en el tema recomiendan que es super importante que al hablar de separación o divorcio con los hijos ademas estar presentes los involucrados, no deben de dar razones, ni explicaciones de los problemas que ocasionaron lo sucedido, pero sobre todas las cosas dejarles en claro que la familia no se acabó, pues es verdad no están mintiendo, siempre serán sus hijos y siempre serán sus padres, lo único que se termina y se separa es papá y mamá, pero jamás se van a separar de sus hijos.
Hablar de separación con los hijos es fuerte, pero es importante para que tengan claro que no se les está abandonando, no conviertan la noticia en una batalla campal con sus crías de espectadores, traten de no perder la cordura, faltarse al respeto o hablar mal del otro para “ganar puntos”.
Haganles saber que lo mejor que ha pasado en sus vidas al unirlas fue tenerlos a ellos y aunque ya no estará uno de los dos en casa, no desaparecerán de la faz de la tierra y se olvidará de ellos (esto es real, no deben desaparecer y olvidarse de sus hijos).
La relación se terminó con sus parejas, pero no con sus hijos, en ocasiones ellos podrán visitarlos pero eso no significa que es responsabilidad de ellos siempre buscarlos y frecuentarlos, pongan de su parte, que ellos vean su interés, visitarlos o llamarles es una manera de demostrarles que los aman y que no se han olvidado de ellos.
Queridos lectores, en conclusión una separación o divorcio puede parecer difícil pero no lo es, lo que si es, es dolorosa solo así, para todos, no importa cual sea el problema, no importa nada, será dolorosa.
Esta frase pertenece a un diálogo de una serie española, va muy bien con el tema.
Tarea para todos:
El hogar no son cuatro paredes y un techo, ni una hipoteca a 30 años, es mucho mas, es la gente a la que quieres… – El barco
Animo, todo pasa
		




