Para mostrar una Playa Costa Azul renovada y segura con el blindaje que dan 400 efectivos,  la alcaldesa Leticia Salazar Vázquez recibió este miércoles al gobernador del estado, Egidio Torre Cantú en una jornada de trabajo en la que no hubo enojos visibles y que, al contrario, terminó con una comelitona a la orilla del mar.
Tras visitar las playas Miramar -en Madero- y La Carbonera -en San Fernando- casi desiertas por las jornadas de violencia que han dejado decenas de muertos en el sur de la entidad, Torre Cantú llegó en helicóptero a la Costa Azul, donde asoleados funcionarios estatales y municipales lo esperaban para empezar el recorrido por la zona turística del balneario.
Entre la polvareda que dejó el helicóptero, se abrió paso la alcaldesa Salazar para salir al encuentro del gobernador Torre Cantú, lo mismo hizo Homero de la Garza Tamez, su representante territorial en Matamoros, único en llevar a las giras de trabajo a su esposa, Hanne Vega.
En el grupo no podía faltar Mónica González García, a quien como Secretaria de Desarrollo Económico y Turismo le tocó la última semana la pifia de promover supuestas bondades turísticas de un Tamaulipas incendiado por la violencia en Tampico y su zona conurbada.
Para hacer fuerte a Leticia, nadie como el director de Protección Civil, Humberto García González, encargado junto con el Oficial Mayor, Joe Mariano Vega de la seguridad del balneario y la directora de Turismo, Karina Ensignia Morales, estaba también, con su fragilidad engañosa, Verónica Salazar Vázquez, quien como presidenta del Sistema DIF presentó el Gobernador Torre un pliego petitorio de programas asistenciales que hacen falta en Matamoros. Fue notoria la ausencia del Secretario de Desarrollo Social, Luis Alfredo Biasi.
Ya revueltos los contingentes estatales y municipales, en un solo grupo compacto, cruzaron el camellón de la Playa Costa Azul para inaugurar la placa del nuevo chapoteadero, en el que los más pequeños de la familia podrán disfrutar del agua que emana de hongos y palmeras gigantes, construidos con parte del presupuesto de 10 millones de pesos que destinó el gobierno municipal para las obras en la Playa Costa Azul.
A paso rápido y sin quitar la sonrisa, el gobernador y la alcaldesa caminaron por el chapoteadero para después adentrarse en un paseo de pinos, que cual finca campestre, representa un remanso de tranquilidad para quien busque escapar del sol, la arena y el bullicio en el balneario.
Tras un breve recorrido por el área de comercio y artesanías, donde ya los esperaba la batucada, el contingente se dirigió a la carpa donde trabajadores estatales de la Secretaría de Salud dieron una explicación de sus servicios, lo mismo pasó bajo el toldo laminado que instalaron cerca de la escultura a Cristóbal Colón y después en la fortaleza en ciernes, que la Secretaría de Marina y Armada de México construyen con apoyo municipal en la entrada la Playa, y la cual contará con una blindaje máximo y helipuerto.
Terminada la visita de trabajo, y en aras de limar asperezas entre los equipos, el convoy de camionetas se dirigió al lado norte y en el restaurante «Costa Azul» de Camilo Cisneros, terminaron por fumar la pipa de la paz, dejando atrás las diferencias que se exhibieron el pasado 4 de abril en la primaria Hermenegildo Galeana, de la colonia Tampico, en la que un cúmulo de protestas ciudadanas fue calificada como «barbaridades» por el jefe del ejecutivo estatal.
		













