marianacornejoburbuja

Fuimos pequeños alguna vez y lo sabemos porque lo recordamos vagamente, de chiquitos es normal tener dudas, y quien mejor que nuestros padres para aclarar cada una de ellas; cuando eramos bebés y no podíamos hablar, tuvimos que disipar nuestras inquietudes sobre la marcha, expliquemos esto: queríamos comer  salsa como si fuera sopa y nuestra madre decía “pica, eso no, pica”, pero no entendíamos lo que nos decía, pero algunos entendimos hasta que nos dimos la enchilada de nuestra vida, otros papás nos daban a probar medio limón, solo para ver nuestra expresión; con forme fuimos creciendo y aprendimos a hablar, empezamos con los ¿porqué?, Los ¿qué es?, Mami, porqué los árboles son tan grandes?, ¿porqué el cielo está tan arriba?, ¿porqué esto, porqué aquello?.

Todo va bien, y a todas las preguntas les damos respuestas, parece todo tan sencillo de responder; pero nuestros hijos crecen, pasan del preescolar a la primaria y por primero y segundo grado todo va super, tercer año puede ser un poco complicado pero nada que no podamos controlar y es que les empiezan a hablar en la escuela de las diferencias físicas que hay entre los hombres y las mujeres, pero solo explican por “encimita”.  Pero llega el cuarto grado y con ello lo inevitable, aquí no solo explican la diferencia que hay entre niños y niñas, empiezan a mencionar los cambios que como tales van a experimentar, lo que les va a crecer, lo que les va a cambiar, lo que les va a aparecer y ahí, justo ahí, empiezan las curiosidades.
En alguna columna anterior hablamos de las niñas y algunos niños, de como empiezan con sus chismes y secretos de patio de que a “fulanita le gusta paco, que chuchita quiere toooodo con Juanito” en fin, empiezan a querer formar parejitas o cosas así, nada que una conversación con nuestros hijos sobre las relaciones de novios y esas cosas son para cierta edad, etcétera, etcétera.
Pero la inquietud no termina ahí, puede que en la escuela se calme un tiempo la temperatura de quién le gusta a quién pero tenemos que ser realistas y sinceramente con este mundo de cabeza, tenemos que serlo bastante; en la escuela explican los aparatos reproductores masculino y femenino, qué crece y qué cambia. Y que pasa si ellos en este momento están en la computadora o en el celular y escriben en google la palabra sexo; vendrá la definición de wikipedia, seguida de reportajes, pero después, encontrará imágenes y contenido inapropiado para su edad, si algún compañerito o amiguito consigue una revista (y no se habla de revista porno) una revista de chismes de farándula, es común ver en las portadas artistas prácticamente desnudas, chicas y modelos en bikini, ese tipo de imágenes son suficientes para los chicos, para fantasear y ser tema entre sus amigos; puede que las escondan en su cuarto, en su mochila para presumirla con sus amiguitos en la escuela (esto último debo confesarlo queridos lectores, me tocó verlo en una primaria, a la hora de salida estaban dos niños de sexto, uno le mostraba al otro muy orgulloso y morboso una revista “Cosmopolitan”, así es una revista para el interés de las mujeres, en manos de un niño y diciéndole: mira aquí vienen las mujeres que te digo… Señalaba la portada  donde se apreciaba la imagen de una modelo en bikini).

No entendamos mal, aquí no se está juzgando a nadie, ni mucho menos nos hacemos los espantados sobre el sexo y lo que conlleva, pero nuestros hijos conforme van creciendo es lógico que adquieran conocimientos en la escuela que los ayudan a entender mejor su entorno, su vida y su cuerpo, lo que si es que tenemos que ir de la mano con lo que vayan aprendiendo para que cuando sea el momento de nosotros de actuar, pues saber que hacer, pero sobre todo que decir, no tener pena de hablar sobre el tema, que sabemos que es incomodo pero qué preferimos? Hablarlo nosotros o que venga un gañan a mal informar a nuestra cría, que una revista o internet eduque sexualmente a nuestro hijo de una manera errónea?
Si no tenemos o no sabemos las palabras adecuadas para hablarle a nuestros hijos de todo lo que trae la palabra Sexo, busquemos ayuda, apoyo en libros, artículos sobre educación sexual para niños, ó si ya es algo mas complicado acudir con algún especialista si así lo creen necesario, pero lo mas importante y primordial para tratar este tema adorados lectores, es crear un lazo de confianza y de comunicación con nuestros hijos, no solo para hablarles del sexo y sus consecuencias, sino para cualquier otro tema, teniendo eso será mas fluida la convivencia, no será tan difícil de tratar esta y cualquier otra situación, hablar del tema sin tapujos y sobrenombres (clásico que empiezan con el pajarito, la cosita, etcétera), que entiendan que es normal sentir atracción por otro ser: y en los varones, es normal experimentar esos deseos, pero debemos explicarles que deben de controlarse, que no pueden obsesionarse y estar viendo contenido inapropiado para su edad, que es normal sentir deseo pero aún no tienen edad para realizarlos.

¿Y cómo les decimos? Pues lo mas natural que se pueda, contestemos claramente lo que nos cuestionen y sobre todo antes de contestar, hacerles preguntas para asegurarnos qué es específicamente  lo que quieren saber y solo darles la información que nos piden.

La comunicación y la confianza DIARIA siempre será la base para que este y cualquier otro tema sea fácil de platicar con nuestros hijos, no los dejemos solos y menos en esta cuestión.

Gracias por su confianza, Mamá sin instructivo está abierta para tratar los temas que a ustedes les preocupen, aprendamos juntas

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