El fin de semana en una librería me tope con una portada que llamo mi atención “Mamás perfectamente imperfectas” hojeándolo, el manual define con humor cierto “tipos de mamás”, pretendiendo autoidentificarnos y reconocer que tipo de mamás somos y ayudarnos con consejos llenos de sabiduría.
Vivir en frontera nos da un enfoque comparativo entre la madre americana y la madre mexicana. – Mis hijos sin duda dirán que soy una madre bien mexicana: Los despido con la bendición no sin antes encomendarlos a Dios, la virgen y todos los santos, les pido que avisen cuando lleguen y a su regreso también, diariamente les reconfirmo cuanto los quiero, que se cuiden y si se puede se porten bien.
Ser madre es una misión maravillosa y a la vez una gran responsabilidad. Cuando Paola y Pablo llegaron a mi vida más de una vez me cuestione cual era la mejor manera de cuidarlos, de educarlos y aún hoy de apoyarlos. Los años y la experiencia me dicen que no hay una receta única ni mágica, que cada día es bueno para reconocer que nos da resultados, que implementar, que eliminar y sobretodo explorar que tipo de mamás somos sobretodo para ayudarnos a nosotras mismas y disfrutar de la maternidad.
Las autoras refieren que hay madres de todo tipo: “las que se pasan horas en la cocina y las que encargan una pizza, las que trabajan fuera y las que lo hacen todo dentro de casa, las que abrigan a sus hijos para que no se enfríen y las que los desabrigan para que desarrollen sus propias defensas”… entre otras hablan de la Madre controladora (o GPS): Obsesionada por el control, agotándose ella y a los demás. Sobreprotege tratando de solucionarles todo, formando a la larga hijos inestables e inseguros cuando estos tienen que tomar sus propias decisiones.
Esta madre debe aprender a dejar el control, respetar la privacidad de sus hijos. Darles espacio para que se desarrollen y establecer tratos basados en la confianza mutua, en los que madre e hijo/a cedan cada uno un poco.
La Madre perfeccionista: Como es perfecta necesita hijos perfectos y sino lo consigue vive decepcionada culpándolos de su fracaso maternal. Las mamás perfeccionistas deberían ver a sus hijos como son, no como quisiera que fueran; respetar su capacidad intelectual, sus intereses, habilidades y reconocer sus limitaciones, haciendo de cada logro un motivo de celebración y cada fracaso una oportunidad para aprender a hacer las cosas de una manera diferente.
La madre rival: Suelen ser madres muy jóvenes (la mayoría solteras, divorciadas), con sentimientos negativos (no reconocidos) hacia los hijos, se comparan ante el físico, la juventud, el estilo de vida, el éxito y los logros (profesionales, sociales, económicos, familiares, emocionales, etc.) de sus hijos y por su frustración o sueños truncos crean lejanía física y emocional, además de conflictos con los hijos o entre los mismos hijos buscando afectar su bienestar emocional dañando su relación con ellos.
En fin si buscamos hay muchos tipos de madres, lo cierto es que la mayoría de las madres ama, cuida, enseña, quiere, consuela, educa, transmite valores y también riñe en defensa de sus hijos. Si buscamos son muchos y diferentes los aspectos que engloban las facetas de una madre.
Una mujer no se forma ni hace prácticas, ni servicio social en una universidad para obtener el titulo de madre. Simplemente cuando un hijo llega desarrolla su intuición, se fundamenta en un amor incondicional e instintivo y matizan con su forma de ser personal, su manera de ser madres. Por esto habrá madres buenas y las otras madres.
Los seres humanos no somos perfectos, somos seres imperfectos, por lo tanto no anhelemos hijos perfectos sino hijos felices.
“cada hijo nace con una vara, sus logros corresponde medirlos con su propia vara, no con la de los padres, y ellos, los hijos deben satisfacer sus propios sueños, no los de sus padres”.
¡Excelente inicio de Semana!





