Por Juan Hernández
En la realización y venta de tamales veracruzanos ha encontrado su vocación pero sobre todo con el contacto con la gente, con sus clientes, pues para Gerardo Martínez levantarse todos los días desde las cuatro de la mañana no lo toma como una carga sino como una Bendición de Dios.
A esta hora se levanta no sin antes agradecer al Todopoderoso el poder levantarse otro dia lleno de actitud y feliz de poder tener sus propio negocio y preparar los deliciosos tamales en hoja de plátano, de pollo y de puerco pero con un ingrediente que los hace especiales de los demás” Los preparo con mucho amor, y eso se lo llevan mis clientes pues me gusta recibirlos con una sonrisa y deseándoles que les vaya muy bien durante el día”.
A las 6 de la mañana ya debe tenerlos listos y trasladarse rumbo a la plaza allende por la calle once casi llegando a la Guerrero que es donde tiene su aclientado local, ”imagínate algunos vendedores se levantan a las 8 am para cuando lleguen y empiecen a vender les dan las once y así que vendes?, siempre he dicho que en Matamoros hay mucho trabajo y maneras honestas de vivir, el que no tienen es porque simplemente es muy flojo” comentó Martínez.
Originario del bello estado de Quintana Roo y con una carrera universitaria que lo acredita como Licenciado en Ciencias Sociales con Especialidad en Historia de México, Gerardo Martínez de 54 años dice que él tenía su plaza como maestro en aquella ciudad pero un día hace 26 años vino de vacaciones a Matamoros y además de enamorarse de la ciudad, observo que aquí el comercio era diferente y optó por poner su propio negocio donde gana más que como maestro.





