La expulsión de los candidatos del tricolor a las presidencias municipales de Mainero, Villagrán e Hidalgo, por parte del comité ejecutivo nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y en voz de su líder, MANLIO FABIO BELTRONES RIVERA, debido a presuntos vínculos con el crimen organizado, debería ser punto de partida para que todos los aspirantes de los institutos políticos y los que compiten por la vía independiente fueran investigados o al menos aquellos que son de localidades de fuerte presencia de las bandas delictivas.
Porque seguramente los aludidos no son los únicos que han sido “comprados o amenazados” por criminales para que participen por tales o cuales siglas o den su apoyo a tal o cual candidato.
Sobre ello tenemos que en la llamada frontera chica-Camargo, Mier, Díaz Ordaz y Miguel Alemán-, se da otro caso de supuesta intromisión de grupos de hampones, en perjuicio del Partido de la Revolución Democrática (PRD). De la misma manera habla de la región cañera.
En torno a eso, en rueda de prensa, encabezada por BEATRIZ MUJICA MORGAN, secretaria general de dicho organismo, declaró que intimidan a sus abanderados para que renuncien a su registro y den el aval al candidato panista a la gubernatura.
De modo que ambos sucesos-la expulsión de los priistas y la presión hacia los del Sol Azteca para que se adhieran a otra causa no deben ser vistos como eventos aislados.
Más aún, es necesario que se vaya a profundidad a fin de no derivar en gobiernos que son impuestos por la delincuencia organizada.
Y es que si no se pone un alto, en la actual circunstancia, en otro momento será difícil que eso suceda.
Vaya paquete que tienen ante si, por ahora, las dirigencias del PRI y el PRD, para acreditar lo que dieron a conocer.
En cuanto al tricolor, su dirigencia estatal y nacional esta obligada a aportar pruebas acerca de los señalamientos vertidos y esperar el revire de sus ex abanderados de los municipios que señaló MANLIO, el sábado en Tampico.
Ni modo que éstos-los ya ex priistas-, acepten que colaboran con determinado grupo de proscritos. Pero tampoco, en tanto tienen un historial dentro del PRI, van a dejar su militancia sin tratar de proteger sus derechos políticos.
Por su parte, desde Acción Nacional (PAN) están obligados a dejar muy en claro a qué tipo de negociaciones, si las hubo, llegó con las dirigencias priistas y candidatos a munícipes de las localidades en las cuales se ha externado el apoyo a su candidato al ejecutivo estatal.
Igual, desde el Movimiento Ciudadano (MC) es pertinente que hagan su deslinde, en tanto que han tenido defecciones de aspirantes que la jugaban por sus siglas.
A estas alturas y dado lo que acontece, a los líderes de partidos y candidatos, no les queda de otra sino dar la cara y limpiar la elección que, a juzgar por lo acontecido, de alguna manera ya se contaminó.
Lo pero es que la influencia de los criminales en la política y en los procesos electorales, en lo específico, puede venir desde tiempo atrás.
Significa que en la actualidad pueden tenerse administraciones ligadas a bandas delictivas que, en forma inexplicable, nadie quiere ver o no les conviene hacerlo.
De modo que si lo externado por BELTRONES RIVERA, trasciende a los intereses de coyuntura, es pertinente que políticos y autoridades hagan sinergia con el propósito de sanear algo que no olía bien desde tiempo atrás y menos en el presente.
Sucede que el común mortal se pregunta: ¿qué hubiera pasado si aquellos priista, con “grado” de candidatos, que dieron su apoyo al aspirante panista al ejecutivo estatal, se mantienen disciplinados en favor de la causa del PRI?.
Cabe señalar que no se vale que el dirigente panista, RICARDO ANAYA, sólo declare que las acusaciones de los priistas hacia su candidato son falsas y trate de lavarse las manos al mencionar que los priistas son cínicos e históricamente son los que mantienen ligas con el crimen organizado.
Lo peor que puede sucedernos es que, en la realidad, núcleos importante de la clase política y empresarial estén coludidos con delincuentes y desde esos ámbitos se decida el futuro de no pocos municipios y tal vez hasta la gubernatura.
RULETA
Los responsables de lo que suceda en las calles, en cuanto a desencuentros de seguidores de un candidato o candidata, en contra de otros, es responsabilidad del prospecto al puesto de elección popular y su jefe del campaña.
En última instancia, los agresores y agredidos podrán ser los menos culpables de lo que sucede, si se diera un enfrentamiento.
Viene a cuento por lo que ocurrió el sábado por la noche, en Victoria, cuando se enfrascaron en una riña entre seguidores de ARTURO SOTO ALEMÁN, del PAN y de MÓNICA DÁVILA DE CÁRDENAS, del MC, con un saldo de seis personas lesionadas.
Al fin de cuentas deben existir mandos que impongan una línea de conducta cuando se hace proselitismo.
Se entiende que quienes participan en brigadas de impacto pueden ser personas a los que se les da empleo y nada tienen que ver con determinada causa, pero aún así tendrán que recibir capacitación para no dañar la imagen de su “patrón” o candidato.
Lo que se requiere es el respecto a los contrarios y no trasgredir la ley, ya que los ciudadanos están hartos de la violencia.
Sabemos que, ante la falta de militantes suficientes para que apoyen en las tareas de campaña, los candidatos o candidatas reclutan incluso adolecentes de nivel secundaria para que hagan barullo.
AL CIERRE
Que hoy tendrá actividad de campaña BALTAZAR HINOJOSA OCHOA, candidato de la alianza de partidos encabezada por el PRI, en Nuevo León y Reynosa.
Cabe señalar que el fin de semana se le ubicó en el sur de la entidad, en diversos eventos, entre otros, el foro de salud.