EL MUNDO.- Una explosión entre dos estaciones de la línea azul del metro de San Petersburgo ha provocado este lunes al menos 11 muertos y 47 heridos , según ha confirmado la ministra de Salud rusa Veronika Skvortsova. Las informaciones sobre el balance de víctimas han sido confusas a lo largo de la tarde y han ido cambiando. Una fuente de las fuerzas del orden de la ciudad ha asegurado que entre los muertos hay niños; los testigos han descrito la escena como «un infierno bajo tierra».
El canal de televisión Rusia 24, ha informado de que el artefacto explosivo relleno de metralla estaba incrustado, lo que indica que se trata de un atentado. Medios locales informan de que la explosión se ha producido entre las estaciones de Sennaya Plóshad y Tejnologícheski Institut.
La explosión tuvo lugar en el tercer vagón mientras el tren circulaba entre las estaciones del Instituto Tecnológico y la de Sennaya, en una línea muy transitada que atraviesa el centro de la segunda ciudad de Rusia. En la zona hay facultades y un mercado, y también viven muchos inmigrantes.
Los servicios de rescate han atendido a varias personas afectadas por el humo provocado por la explosión y numerosas ambulancias se han desplazado hasta la zona. Los rusos volvían así a verse envueltos en la pesadilla del terrorismo en el transporte público: «Estaba en el metro, en la estación del Instituto Tecnológico, el tren se detuvo, pero las puertas no se abrían. Por la ventana vi a gente con cascos y cuatro cadáveres en el suelo», explicaba un jubilado.