EL PAÍS.- Decenas de personas protestaron este viernes en las calles de San Luis (Misuri) después de que un juez exonerara a Jason Stockley, un policía blanco que mató en diciembre de 2011 a Anthony Lamar Smith, un hombre negro que sospechaba que era narcotraficante y al que persiguió con su vehículo. La policía utilizó gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes después de que trataran de bloquear una calle de la ciudad.

Al menos cuatro policías resultaron heridos en choques con los manifestantes, según la policía. Las autoridades detuvieron a 13 personas. Algunos de los manifestantes iban armados con rifles, según fotografías de la prensa local.
El de Stockley es el enésimo caso en Estados Unidos en los últimos años de policías que son exonerados en muertes de afroamericanos. San Luis es un lugar clave en el debate en EE UU por el trato de la policía y la justicia a los negros.
La muerte en agosto de 2014 en Ferguson, un suburbio de la ciudad, de Michael Brown, un joven negro desarmado, a manos de un agente blanco desató intensas protestas y abrió un debate nacional sobre policía y raza. Entre los manifestantes de este viernes, estaba el padre de Brown.