ANIMAL POLITICO.- Dos empresas constructoras de hijos, sobrinos y parientes políticos de Jesús Murillo Karam, el ex procurador general de la República, y una más estrechamente vinculada a ellas, ganaron contratos de obra por 4,625 millones de pesos (más de 300 millones de dólares), justo durante los tres años en que él ocupó uno de los puestos más importantes en el gabinete presidencial.
Las empresas Alvarga, Kuoro e Itrio multiplicaron, en ese periodo, 714% sus contratos de obra pública. Y las tres vieron apagarse su estrella cuando Murillo Karam salió del gabinete presidencial.
Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad obtuvo copia de 43 contratos asignados a estas empresas en 17 estados, y tras una revisión encontró aumentos injustificados en precios, adjudicaciones directas poco claras, obras entregadas a destiempo, un fraude probado, e incluso un caso, en el estado de Campeche, en el que se usaron productos piratas en la construcción de un rompeolas.
El 61% del monto de los contratos (2 mil 837 millones de pesos) los otorgó la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), encabezada por Gerardo Ruiz Esparza, en obras carreteras y portuarias.
Ruiz Esparza es el padre que Gerardo Ruiz Dosal, quien fue secretario particular del mismo Jesús Murillo Karam durante el periodo en que éste fue procurador General de la República (de diciembre de 2012 a febrero de 2015).
Entrevistado sobre este último dato, Raúl Murrieta Cummings, sub Secretario de Infraestructura de la SCT, negó que ese vínculo influyera en los contratos. “Yo no recibo instrucciones del hijo (de Ruiz Esparza)”, dijo tajante.
Los contratos -añadió- se dieron a través de licitaciones. “Estamos ante un proceso muy competido y muy lejos de lo que representó la carrera del hijo del señor Secretario”, aseguró.