Sin brazos ni piernas pero con un enorme deseo de vivir la psicóloga Alejandra Cortinas Figueroa se prepara para un nuevo reto en su corta vida: el de ser madre.

la foto 3Nació hace 26 años en Matamoros. En aquellos años en que los ultrasonidos eran escasos, para todos resultó una sorpresa que la única hija de Domingo Cortinas y Blanca Esthela Figueroa nació con sus extremidades incompleta.

El diagnóstico médico es agenesia , lo cual es una anomalía de todo un órgano o parte durante su desarrollo embrionario.

También presenta meromelia, que es la ausencia congénita de una parte de un miembro: Alejandra tiene un pequeño pie protuberante con 2 dedos en su muslo izquierdo y a los que da un toque femenino con esmalte azul turquesa.

Pese a esas ausencias, ella se siente y es una mujer entera, profesionista, esposa y en cuatro meses más, madre de familia.

«Cuenta mucho el apoyo incondicional que he tenido de mis padres, desde el primer momento me hicieron sentir como una niña normal, me enseñaron lo más importante que la discapacidad es mental y que en estas condiciones yo podía salir adelante, estudiar y formar una familia».

la foto 4Su desempeño en el CRI, donde trabaja desde hace 2 años, es brillante, se dedica a dar terapia a las personas que por tener una discapacidad física, al sentirse discriminados e incluso víctimas de bullying, llegan con ansiedad, depresión o algún problema psicológico.

«Lo que yo les digo si yo puedo, tú también puedes, lo que sucede es que a estas alturas todavía hay discriminación a las personas discapacitadas, y sobre hay mucha segregación desde el momento en que ni las escuelas, ni las plazas, hasta hace los centros comerciales, tienen la infraestructura para personas como nosotros, no hay rampas, no hay respeto a los cajones de estacionamiento, falta mucho por hacer para que verdaderamente podamos integrarnos».

Tan lejos y tan cerca

Del otro lado del mundo, en Melbourne Australia nació un niño con discapacidades similares a la de la matamorense Alejandra Cortinas Figueroa.

Se trata del conferencista Nick Vujicic que como la psicóloga fronteriza, se sobrepuso a sus limitaciones y es un hombre completo, que se vale por sí mismo, dirige una empresa y es jefe de familia pues está casado con una mexicana con quien procreo ya a un niño.

Durante esta semana Nick Vujicic dio una conferencia en el Congreso de la Unión, en la que compartió sus experiencias y como la discriminación de sus compañeros en un colegio de Australia lo llevó a pensar en el suicidio.

Puntero mundial en la lucha por el respeto a las personas con discapacidad Nick Vujicic llegó a México invitado por la mesa directiva de la Cámara de Diputados para dar una conferencia sobre el bullying, sus causas y efectos.

Durante la ponencia, el australiano habló de su proyecto «Una vida sin límites», en la que propone ir haciendo a un lado toda práctica discriminatoria para permitir que las personas con discapacidad se integren de manera exitosa al mundo real, sin sentirse menoscabados ni por la familia, compañeros de clase, trabajo  o la sociedad.

La historia de Nick inspiró el documental El Circo de Mariposas que retrata su vida, dificultades y retos por venir.

Mujer completa

la foto 1Lejos de los reflectores como Nick pero con una historia propia de vencer las limitaciones físicas y los tabúes, Irma Alejandra Cortinas Figueroa brinda terapias en el CRI y en su consultorio particular, al que llega con la preparación recibida en la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.

Si durante años luchó contra la adversidad y su motivación era demostrar que no tenía límites, ahora su motivo de lucha tiene cinco meses, es niña y se llamará Paola Esthela.

En la época de ultrasonidos en cuarta dimensión tiene la seguridad de que su bebé nacerá en diciembre sana y completa.

«Es mi motivo de sonreir todos los días, una verdadera bendición, cuando me case y salí de la casa agradeci el apoyo de mis padres, luego el de mi esposo, pero ahora solo pienso en esta niña, en verla, en sentirla cerca, y saber que viene de mi y de nuestro amor, eso me satisface mucho».

Sabe que las dificultades serán muchas, atender a un recién nacido es toda una odisea para una madre primeriza y ella con su discapacidad anticipa que será complicado, empezando porque su embarazo es de alto riesgo.

«Pero vale la pena, con solo de sentir como se mueve me pongo muy contenta, no quiero pensar cuando la vea, la verdad es un anhelo que yo tenia el de la maternidad y no sabía si iba a ser posible, ahora que estoy esperando me siento realizada y totalmente completa».

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