EL DEBATE.- En el festejo de los XV años de Rubí Ibarra García sí hubo mucho baile, pero también un gran caos: asistieron miles y la tan mencionada competencia de caballos, la “chiva”, fue suspendida debido a la muerte de un sujeto que se atravesó, mientras que otra persona resultó herida.
Desde muy temprano la gente llegó al pequeño poblado ubicado en el municipio de Villa de Guadalupe.
La misa fue celebrada en la antigua presa de la Joya, a las 11:00 horas.
Rubí acudió con un vestido de holanes, en tonos rosa y rojo que, se supo, fue regalado por el diseñador Mitzy.
Los padres de la quinceañera, Crescencio Ibarra y Ana Elda García, tuvieron su primera molestia del día con la prensa, “¡Retírense!, que se vayan los medios, vamos a comer con la familia, o nos vamos a tener que retirar nosotros”, advirtió Crescencio.
La celebración religiosa duró aproximadamente una hora. A las 13:00 horas llegó al lugar el gobernador Juan Manuel Carreras, quien le regaló a la joven libros y una computadora para que la utilice en la ecuela (aunque el lugar no tiene señal de internet).
Rechazó que la fuerza mediática fuera planeada: “Si lo hubiéramos hecho a propósito, tal vez no lo hubiéramos logrado de esta forma”.
El platillo para los asistentes consistió en mole, asado de puerco, salsa verde, frijoles y arroz.
Caos
A las 14:30 horas la gente se comenzó a trasladar al ejido Miguel Hidalgo, del municipio de Charcas, hasta un sitio conocido como Laguna Seca, aproximadamente a 14 kilómetros de la comunidad La Joya. Ahí todo fue caos. No hubo información de las carreras y tampoco hubo vallas para evitar que la gente se atravesara. Los asistentes llegaron como pudieron al lugar: en camionetas, bicicletas, caballos y motocicletas.
“A qué hora comenzará la chiva, no hay nadie que nos avise”, comentó Luciano Morales, quien vino desde Nuevo León a la fiesta; también había gente de Estados Unidos y otros países.
Decenas de reporteros e invitados que respondieron al llamado que hizo el padre en un video estaban ahí para ver la famosa competencia en la que se disputaban 10 mil pesos.